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Un terremoto en Italia deja 150 muertos y casi 100.000 personas sin casa

La región italiana de los Abruzos fue asolada ayer por un terremoto, de 5,8 grados de magnitud en la escala de Richter, que causó más de un centenar de muertos, más de 1.500 heridos, 100.000 evacuados y estragos en 15.000 edificios.

el 16 sep 2009 / 01:01 h.

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La región italiana de los Abruzos fue asolada ayer por un terremoto, de 5,8 grados de magnitud en la escala de Richter, que causó más de un centenar de muertos, más de 1.500 heridos, 100.000 evacuados y estragos en 15.000 edificios.

El Gobierno proporcionó una cifra provisional de un centenar muertos, pero las imágenes que ofrecen las televisiones italianas son las de un desastre de enormes proporciones, con personas que salen de entre los escombros cubiertas de polvo, socavones enormes y edificios reducidos a polvo.

El ministro de Interior italiano, Roberto Maroni, afirmó que los servicios de socorro salieron "un cuarto de hora después" y que no se puede "reaccionar más rápido". Sin embargo, el desastre sobrepasó toda capacidad de reacción de los equipos de rescate. Los medios locales recogieron situaciones como la de un joven ingeniero que declaró a La Repubblica que permaneció durante tres horas bajo los escombros mientras escuchaba "sonar el móvil, sin poder cogerlo" hasta que varias personas lo rescataron "con sus propias manos". La dimensión de la catástrofe es tal que el propio ministro de Sanidad, Maurizio Sacconi, ha hecho público a través de los medios de comunicación un llamamiento a que se done sangre.

Las cifras lo dicen todo: más de 100.000 evacuados y decenas de pueblos destruidos por el temblor registrado a las 3.32 horas, al que siguieron de decenas de réplicas. Los testimonios son aterradores: "Me despertó el ruido y vi que se caía el techo a trozos, no sólo el yeso, sino parte del hormigón. Por fortuna ninguno me alcanzó. Después con algunos de mis vecinos salimos por las escaleras, que aunque temblaban, eran practicables. Todavía no sé si mi casa de Ovindoli sigue en pie", dijo a Efe Saul Chichiarelli, uno de los afectados.

La capital de la región de los Abruzos, L'Aquila, es el núcleo de la catástrofe. La ciudad, de 80.000 habitantes, quedó cortada por carretera y los trenes no pudieron acceder a la estación. Los medios de comunicación italianos ofrecieron imágenes de la zona que indican que el grado de devastación podría ser mucho mayor de lo hasta ahora indican las cifras oficiales.

En la región se registraron durante el fin de semana pequeños temblores que precedieron al gran seísmo de la madrugada. El jefe del servicio italiano de Protección Civil, Guido Bertolaso, afirmó ayer que era "imposible prever" el terremoto y por tanto, no cabía pensar en un plan de evacuación en esa zona.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que decretó el estado de emergencia y convocó para ayer por la tarde un consejo de ministros extraordinario, instó a "dejar a un lado la polémica" y a "ayudar a quien lo necesite". Berlusconi canceló su visita a Rusia prevista para ayer.

El Gobierno italiano informó que el número de víctimas mortales asciende a más de 150. Según el ministro italiano para las Relaciones con el Parlamento, Elio Vito, el número de heridos en la catástrofe se calcula en torno a los 1.500 y los evacuados son unos 70.000, aunque otras fuentes hablan ya de 100.000. Además, las primeras estimaciones que recogen los medios de comunicación locales hablan de entre 10 y 15.000 edificios dañados, y entre ellos también hay edificios nuevos, con fachadas derruidas en parte.

Diversos líderes mundiales, como el presidente de los EEUU, Barack Obama, o el español, José Luis Rodríguez Zapatero, ofrecieron sus condolencias al Gobierno por las consecuencias de la catástrofe.

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