Un terremoto sacudió la zona fronteriza entre Ruanda y la República Democrática del Congo y se llevó la vida de al menos 40 personas. El seísmo, de seis grados en la escala de Richter, tuvo como epicentro las orillas del lago Kivu, junto a la población ruandesa de Cyangugu y de la localidad congoleña de Bukavu.
El Ministerio de Salud de Ruanda informó de 34 muertos y 231 heridos en su país. De éstos, al menos diez fallecieron cuando se derrumbó una iglesia en el distrito de Rusizi.
Desde la capital congoleña, Kinshasa, cifraban en cinto los muertos y en más de cien los heridos en Bukabu, a los que sumó una quinta víctima de la población de Kabare.
Después del seísmo se registraron tres réplicas, con magnitudes situadas entre los 4,5 y 5 grados en la escala Richter y a ambos lados de la frontera entre los dos países.
