Tres platos para el almuerzo del pregonero. Y no nos referimos a la ensalada de langostinos y salmón, el confit de pato y el palét de chocolate belga de la carta, sino al menú que realmente se sirvió ayer al mediodía en el Alcázar. De primero, la ausencia del alcalde, "una sorpresa" para el Consejo de Cofradías que conocía la noticia la tarde antes de la mano del jefe de protocolo del Ayuntamiento: "Suponemos que está más que justificada su ausencia", precisaba Manuel Nieto, secretario de la institución cofradiera poco antes de entrar en el Salón de los Tapices.
Monteseirín no sólo no asistió al Alcázar, sino que se mostró esquivo con la prensa, eludiendo hacer declaraciones sobre el pregón de Fernando Cano-Romero, en cuyo texto se hablaba de "fealdad arquitectónica" en alusión a las recién inauguradas setas de la Encarnación. Un proyecto emblema del gobierno socialista, que no es la primera vez que asoma (más para mal que para bien) en el Maestranza. Ya Enrique Henares se refirió a los parasoles como "un atentado urbanístico".
Sea como fuera y pese a las disculpas entonadas por la delegada de Fiestas Mayores, su ausencia no pasó inadvertida. Más aún cuando era su último almuerzo-homenaje al pregonero como alcalde de Sevilla. Precisamente para él tuvo sólo palabras de agradecimiento el presidente del Consejo en su intervención durante los postres. Adolfo Arenas se expresó en los siguientes términos: "No es justo que tras 18 años no haya una palabra de recuerdo para nuestro alcalde y, por eso -recalcó- lo hago. Hay que agradecerle el que haya estado en la presidencia del pregón y con las hermandades y cofradías de Sevilla todos estos años. Otra cosa, no sería justa".
Pero el segundo plato se reservaba un sabor "agridulce", como apuntó Nieto. La despedida de Rosamar Prieto-Castro al frente de la delegación de Fiestas Mayores centró también (pues ya estuvo presente en el teatro) buena parte de los discursos. "Querida Romasar, si presentaras candidatura a la presidencia del Consejo, no existiría debate alguno", afirmó Nieto, que llamó a Rosamar, "nuestra dama de hierro, que ha contado estos años con un hombre de bien llamado Carlos [por Carlos García Lara, director del Área de Fiestas Mayores]". También Arenas siguió con su postulación a presidir San Gregorio, pues "es difícil poner de acuerdo a los cofrades, y, créame, estamos todos de acuerdo en que eres una mujer extraordinaria en todos los aspectos".
Una proposición que no tardó en recoger Rosamar haciendo gala de su buen sentido humor: "Mira que como sigáis siendo pesados, igual me presento a la presidencia del Consejo". Sus palabras levantaron risas y aplausos, pues es público el cariño que despierta entre los cofrades esta granadina que entró "de novata" en esto de la Semana Santa y se va "con muchos buenos amigos".
Una actitud de respecto que ha mantenido siempre con los hermanos mayores, los cofrades y los pregoneros, aunque no comulgue con ciertas manifestaciones: "Sabes Fernando [por Fernando Cano-Romero, el pregonero] que hay algunas cosas que no coincido contigo, pero ha sido un pregón magnífico que sale del corazón. Soy de la opinión que cuando llego por la noche a mi casa, duermo pensando que he dicho lo que tenía que decir. Y tú hoy has escrito y leído desde el corazón". A lo que añadió al resto de cofrades presentes en el Alcázar: "Desde la libertad y el respeto, siempre me vais a tener al lado. Hay que ejercer la libertad y dejar que los demás la ejerzan. Piensen lo que piensen, digan lo que digan".
Y es que, pese a que lo había advertido esta Cuaresma, defendiendo la idea de un pregón como exaltación de la Semana Santa y lejos de "dar tortas a trocha y monte a los socialistas", la delegada de Fiestas Mayores encajó en este tono algunas referencias a temas tan actuales y polémicos, como la nueva ley del aborto, los crucifijos y las setas de la Encarnación: "Personalmente me he emocionado más con las referencias al Cachorro, la Macarena y los Estudiantes que con la de los médicos [por las alusiones al aborto], pero afortunadamente vivimos en un país libre", sentenció.
Sólo en dos ocasiones (el aborto y las setas) no aplaudieron conjuntamente el alcalde y la responsable de Fiestas Mayores, quien en los camerinos del Maestranza aclaraba lo que susurraba con Monteseirín minutos antes de que Cano-Romero citara la anécdota del matrimonio con las obras de la Encarnación: "Habíamos hecho una apuesta. Yo decía que no hablaría de la obra en el pregón y él que sí. Al final, ha ganado el alcalde", dijo entre risas.
Y como tercer plato de una velada en la que monseñor Asenjo se sintió a gusto, fue el sabor dulzón que tuvo la bienvenida al nuevo obispo auxiliar. Santiago Gómez estuvo muy a la sombra del arzobispo, tanto que apenas medió palabra. Eso sí, recibió una calurosa acogida: "Hay que agradecer al arzobispo que nos haya traído una persona del buen estilo, del buen saber estar como don Santiago. Le estamos conociendo poco a poco. Antes los cofrades eran cajas fuertes cerradas, pero en este año y medio que ha estado con nosotros [ahora por Asenjo] se ha metido en nuestro corazón de tal manera, que nos da vergüenza decírselo. Has tomado Zamora en una hora, y además con el nombramiento de un obispo auxiliar, que es una persona que ha logrado que las hermandades le abran las puertas en tres días", refirió el presidente del Consejo, aunque el obispo auxiliar no lo pudo escuchar por tener que marcharse antes de tiempo para la celebración de una misa en Morón de la Frontera.
Más pregón y sermón. Pero la "prosa sevillana" del pregonero no se quedó en el Maestranza. Pese a que Cano-Romero aseguró que "la hora del pregonero ya había pasado", tomó la palabra para agradecer todo el cariño brindado estos días por los sevillanos y lo hizo como si pronunciara un nuevo pregón. Haciendo gala de su buena oratoria (ahora sin leer), describió de una manera muy sensorial sus amoríos con una muchacha llamada Sevilla, "la ciudad que hoy [por ayer] le dio el sí" después de años cortejándola. Ello, al igual que el pregón entero, gustó mucho al arzobispo. Tanto que lo reconoció públicamente así: "Quiero felicitarle muy sinceramente por el magnífico sermón, perdón pregón. Muy equilibrado en fondo y forma, valiente como corresponde a un buen cristiano. Puede quedar bien satisfecho, pues ha cumplido las expectativas del Consejo y del arzobispo, quien no ha tenido ningún miedo ni ninguna preocupación de lo que fuera a suceder esta mañana", subrayó Asenjo, quien aclaró que "valora, quiere y apoya el mundo de las hermandades y cofradías, pues lo contrario sería suicida y necio".
A lo que lanzó al Consejo la idea de "institucionalizar una obra social entre todas las cofradías" para el centro Santa Ángela, dedicado a sordociegos en Salteras.
