La caída de los precios de la aceituna de mesa y el descenso de su consumo en el mercado nacional está marcando la campaña del verdeo de este año. Por un lado, los agricultores, que protestan porque aseguran cobrar la mitad que hace 15 años por el producto. Enfrente, la distribución y la industria, que aseguran que se trata de un mercado que no está regulado y que, por tanto, no hay culpables ante esta situación.
Lo cierto es que la aceituna de mesa es uno de los cultivos más importantes de la provincia de Sevilla, ya que es de los que crea más empleo en el campo, pero también lo es que las buenas campañas de los últimos años han provocado un nivel de excedentes difícil de colocar en el mercado, sobre todo ante un entorno económico como el que vivimos. De este modo, con los excedentes de campañas anteriores, y si se llega al aforo previsto, puede alcanzarse una cifra de 900.000 toneladas.
El consumo interno es el que se ha visto más afectado -ha caído el 16%-y el externo, que es el que ha salido al rescate del sector en los últimos tiempos, también está dando señales de debilidad. Según el director gerente de Asemesa -representante de la industria-, Antonio de Mora, "en los últimos seis meses las exportaciones han experimentado un descenso del 6,5% respecto al año pasado". Así, De Mora expresó su deseo de que se trate de una cuestión coyuntural, ya que la recuperación de los mercados exteriores es fundamental para un sector que exporta el 65% de la producción.
"En esto se ve que la industria no es dueña del mercado, porque ahí lo que pesa es la presión de la distribución", indica De Mora.
A esta situación del mercado se suma que es uno de los pocos productos agrícolas cuya recogida es manual, lo que encarece mucho los costes de campaña. De hecho, este un punto en el que coinciden industria y agricultores, en la necesidad de poner en marcha un plan de reestructuración para el sector que venga de las administraciones y que permita modernizar las cosechas, para así ser competitivos.
En este sentido, De Mora asegura que la industria "también padece la crisis del sector", aunque reconoce que no "de la misma manera". "Hay gente que ha apostado por modernizarse en el campo y las cosas le van mejor; lo mismo sucede en la industria. Además, hay que tener también en cuenta que todos estamos padeciendo la falta de financiación", añadió. De este modo, aseguró que "el 50% de la aceituna de mesa va a parar a cooperativas, por lo que el propio sector agrícola también tiene parte de control del mercado".
En este entorno, Asaja-Sevilla repartió la pasada semana 5.000 kilos de aceitunas de mesa entre ciudadanos de la capital hispalense para hacer visible la crisis por la que pasan los agricultores a los consumidores, las administraciones y el resto de eslabones de la cadena comercial, como la industria y la distribución. Su presidente, Ricardo Serra, señaló que los productores "preferimos regalar la aceituna que malvenderla. Este es el último recurso que nos queda tras años de promesas baldías y de inacción por parte de las Administraciones Públicas".
