A presión. En eso se va a convertir esta noche el Sánchez Pizjuán durante el partido entre el Sevilla y el Real Madrid. La previa del encuentro no ha podido ser ni más cargada ni más entretenida. Que si ‘vamos a deixar-te sem o titulo’ por aquí, que si Mourinho por allá, que si seguridad en los vestuarios ‘anti-Valdano’ por allí, que si Kanouté y el ridículo, que si Karanka y el calentamiento... No le falta de nada a este partidazo en toda regla, lo que corresponde a una semifinal de la Copa del Rey, otra más para el Sevilla, y van tres en los tres últimos años.
El partido se celebrará en una olla a presión llamada Nervión porque viene bien cocinado y calentito desde que los fuegos de la maquinaria nervionense se pusieron a funcionar justo después del partido ante el Levante. Los vídeos del club lograron su objetivo, causar sorpresa, concitar la atención nacional y, sobre todo, enervar, deportivamente, se entiende, a la afición sevillista ante uno de los partidos de la temporada. Y también ha funcionado en ese sentido, porque los aficionados sevillistas, que ya el lunes por la noche en un número de 30.000 habían sacado su entrada –y hasta hoy pueden seguir haciéndolo– abarrotarán el Sánchez Pizjuán para recibir al Real Madrid.
El objetivo inicial está cumplido. Crear una olla a presión ante el Real Madrid para que el conjunto merengue se sienta realmente incómodo y aumente su nerviosismo de las últimas jornadas. Pero con esto no bastará.
Cristiano Ronaldo. Todo lo que pase antes del encuentro podrá ayudar más o menos al Sevilla, pero una vez que pite el árbitro en el terreno de juego se ponen en liza otro tipo de suertes menos mediáticas y que tienen que ver más con el fútbol que con el marketing. El Sevilla deberá intentar maniatar al Real Madrid con sus recursos, mejorados en los últimos partidos y desde que comenzó el año. No parece que uno de ellos sea la defensa de cinco jugadores utilizada ante el Villarreal. El mismo Manzano apuntó ayer que la clave era “defender mejor”, no hacerlo con más defensores.
Por contra, el Sevilla sí que puede presentar su fisonomía normal, con un 4-4-2 clásico, con Kanouté, reservado el sábado, como fijo, y con Luis Fabiano como pareja, probablemente. No es conveniente dejar al brasileño ajeno a estas lides, más aún cuando viene de marcar tres goles en su última comparecencia.
Surge la duda de si Manzano preparará algún plan ‘anti-Cristiano’, al igual que un posible plan ‘anti-Navas’ por parte de Mourinho. Constantes ayudas y la velocidad de Dabo aparecen como las mejores recetas, dentro de lo existente, para intentarlo. Porque el portugués es el auténtico peligro de este Madrid. Y además pisará por primera vez el Sánchez Pizjuán, ya que el encuentro en Nervión de la pasada Liga se lo perdió por lesión.Además, claro está, hay otras muchas amenazas en el cuadro madridista. Xabi Alonso, Özil –ambos fueron suplentes en el partido del pasado domingo ante el Mallorca–, Di María... todos estarán en Sevilla esta tarde.
Pero pese al peligro que puede representar el elenco de estrellas madridistas, el Sevilla sigue agarrándose a su espíritu combativo y competitivo, y sobre todo a su espíritu copero, el que le ha hecho ser el actual campeón. Ya la campaña pasada dio la campanada eliminado al Barcelona y busca repetir jugada en la presente edición con el Madrid. Para la esperanza y el optimismo queda el buen papel del Sevilla en casa ante equipos como el Villarreal, el Atlético o el Borussia, y el partido de Liga, en el que cayó por tan sólo 1-0 en el Bernabéu.
