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Una hora de tú a tú con el mejor equipo de la historia

Cayó el Betis, como no podía ser de otra manera, y lo hizo por el resultado de moda en la temporada del Barcelona: 5-0. Pero no mereció el líder de Segunda semejante castigo del líder de Primera. Y del mundo, porque si hubiera una Liga universal no hay ninguna duda de quién sería el mejor. Durante una hora, el Betis estuvo al nivel de un Grande. Así, con mayúsculas.

el 13 ene 2011 / 00:42 h.

Israel trata de detener a Daniel Alves.
El Barcelona es el mejor equipo de la Liga española, de Europa, del mundo y de la historia del fútbol. La comparación es imposible por razones lógicas, pero viendo la alta improbabilidad de superar a su portero y sus dos centrales, la impecable salida de balón de uno de ellos (Piqué), la profundidad de Daniel Alves, la excelencia futbolística de Xavi, la inmensidad de otro pequeño llamado Iniesta, la sobriedad de Sergio Busquets y, cómo no, lo que quieran ustedes decir de Lionel Messi, sin duda alguna el hombre que mejor ha jugado al fútbol desde que se inventó este bendito deporte, resulta muy complicado pensar que el Real Madrid de las cinco Copas de Europa, el Brasil de México’70, el Milan de Sacchi, el Real Madrid del Buitre o el Barcelona de Cruyff no perderían contra esta máquina de tocar y tocar la pelota y marcar y marcar goles y más goles que es el Señor Equipo del señor Pep Guardiola.

Cuando este Barcelona que a ojos de quien esto escribe es el mejor equipo del mundo y la historia logró su primer gol frente al Betis, conjunto de Segunda (dato éste que no se puede obviar, desgraciadamente para los béticos), la primera parte ya moría. A esas alturas, el Real Madrid iba incluso peor: 2-0. También el Sevilla, por cierto. A esas alturas, el Betis había lanzado los mismos remates y había tenido sólo dos ocasiones menos que ese pedazo de equipo para el que, a este paso, pronto dejarán de existir adjetivos.

La estadística no miente. El Betis compitió contra un rival que rara vez admite competencia, así que los béticos, por qué no, tienen derecho a sentir eso que casi habían olvidado por culpa de cuatro años de cuesta abajo deportiva e institucional: orgullo. Tutear (con todas las comillas que se le quieran poner al verbo) durante una hora al mejor equipo de la historia no puede conducir a otro sentimiento. El 5-0, aunque doloroso, debe ser anecdótico. El Betis se demostró ayer a sí mismo que su sitio es la Primera y su destino, quizá, volver a ser grande junto a los Grandes. Lo de Messi mejor lo dejamos para otro día...

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