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Una Liga esperando este día

El beticismo lleva mucho tiempo, una Liga entera, soñando con que llegue un día como hoy. Su equipo recibe al Levante y debe ganar, porque su rival es el último de Primera y porque la victoria significa alcanzar los 44 puntos. Es decir, la salvación. Es decir, el final del suplicio. Y un año más en la élite. (Foto: Gregorio Barrera).

el 15 sep 2009 / 03:07 h.

El beticismo lleva mucho tiempo, una Liga entera, soñando con que llegue un día como hoy. Su equipo recibe al Levante y debe ganar, porque su rival es el último de Primera y porque la victoria significa alcanzar los 44 puntos. Es decir, la salvación. Es decir, el final del suplicio. Y un año más en la élite.

La afición del Betis, que ha visto de todo a lo largo de esta temporada, de las dos anteriores y de la historia de su equipo en general, sabe que los suyos son capaces de todo, desde remontar un 0-2 al poderosísimo Barcelona a ganar tres partidos seguidos en plena guerra con la Federación y los árbitros. Y claro, también es muy capaz de perder ante el Levante, el peor conjunto de la categoría con diferencia, el día que el calendario, el destino o lo que sea le ponen por delante la oportunidad ideal, la más asequible, para firmar de una vez por todas su permanencia en Primera. Paco Chaparro es uno más de esos béticos que conocen perfectamente la forma de ser del club de las trece barras, así que ha preparado el choque como lo que es: otra final por la salvación, quizás la última de la campaña y quizás el paso previo a luchar por otros objetivos, quién sabe.

El guión, desde luego, parece escrito por el más bético de los béticos. Después de sumar los nueve últimos puntos en juego, ascender hasta la mitad exacta de la clasificación y dejar el descenso a ocho puntos de distancia, el conjunto heliopolitano sólo necesita un triunfo más y lo buscará frente al ya desahuciado Levante, que si no desciende hoy lo hará la próxima semana. Descompuesto por una crisis social que tiene a la plantilla sin cobrar, la escuadra valenciana acumula más y más récords negativos: es la que menos partidos gana (5), la que más pierde (22), la que menos goles marca (25), la que más encaja (60), la que menos puntos (4) y menos tantos (8) ha logrado como visitante... Y para colmo de males, Giovanni de Biasi aterrizó ayer en Sevilla sin media formación titular, en la mayoría de casos por lesión (Descarga, Kujovic, Tomassi, el goleador Riga...), en otro por sanción (Berson) y en el del ex bético Miguel Ángel porque el club, que no sabe de dónde sacar dinero, debería pagar a Manuel Ruiz de Lopera en el caso de que jugase.

Un solo cambio. En medio de este horizonte, la baja de Mark González, el único inconveniente que padece Chaparro, se antoja pecata minuta ahora que los verdiblancos se han convertido en un equipo de verdad. El hueco del chileno, que antes de su enésima lesión muscular cumplió con su misión anotando goles fundamentales en Pamplona y Zaragoza, no será ningún trauma para el míster bético, que seguramente acudirá a Odonkor para rellenar ese vacío, con lo que Edu se trasladaría a la izquierda. En cuanto a la lista, Damiá y Caffa suplen a Nano y al propio Mark.

Con unos mimbres u otros, el Betis de Chaparro intentará alcanzar la cifra mágica, los 44 puntos que certificarán su permanencia en la Liga (a no ser que ocurra algo impensable y la salvación esté por encima de los 45 puntos). Y ya de paso, si al Sevilla le da por tropezar y Europa sigue acercándose...

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