Los Carmelitas Descalzos han trasladado a la Fiscalía una denuncia de los padres de un menor que supuestamente sufrió abusos sexuales por parte de un fraile de la congregación en la provincia de Castellón, que ya no se encuentra en la diócesis y que ha sido trasladado al norte de España, a un lugar donde no pueda tener contacto con menores.
En un comunicado, la Provincia de Carmelitas Descalzos de Aragón y Valencia señala que dio traslado a la Fiscalía de Valencia, de los hechos el lunes "siguiendo fielmente las recomendaciones de la Iglesia Católica a través del motu propio Sacramentorum Sanctitatis tutela y de la Guía para comprender los procedimientos fundamentales de la Congregación para la Doctrina de la Fe cuando se trata de acusaciones de abusos sexuales", siendo así el primer caso de una orden que acude a la Justicia siguiendo las recomendaciones del Vaticano.
Los Carmelitas recalcan que "esta puesta en conocimiento no supone prejuzgar conducta alguna y se hace con pleno respeto a la presunción de inocencia de las personas y, al mismo tiempo, con pleno respeto a quien se considera víctima de un ilícito penal". Finalmente, aboga por que las partes "puedan resolver sus conflictos con tranquilidad y respeto a su intimidad, así como con plena confianza en la Justicia".
Un monaguillo. Los abusos presuntamente se produjeron en 2007, aunque los Carmelitas Descalzos tuvieron conocimiento de caso hace unos días. La víctima, un monaguillo de 17 años, ha dejado todo en manos de la Justicia, según declaró la supuesta víctima ayer a la Cadena SER.
Por su parte, en otro comunicado, la diócesis de Segorbe-Castellón manifiesta que el obispo, monseñor Casimiro López, fue informado de los hechos "por vez primera el 3 de mayo, por parte de los superiores de la Provincia de los Carmelitas Descalzos, quienes, por la condición de fraile del carmelita acusado, son los competentes para cualquier actuación, tanto en foro eclesial como estatal, al no residir ya en la diócesis ni tener ningún ministerio encomendado en la misma".
Igualmente, al máximo responsable de la diócesis se le comunicaron las medidas que los superiores de los Carmelitas Descalzos ya habían tomado y pensaban tomar tanto en el ámbito eclesial como civil, así como la colaboración con las autoridades judiciales para el esclarecimiento de los hechos, "medidas que el obispado comparte y corrobora", subraya el texto. El obispo muestra su "consternación por los hechos denunciados que, de ser veraces, son inadmisibles en la Iglesia y en la sociedad".
Asimismo se une "al dolor de la víctima, de sus padres y la familia", y les pide "perdón". "Un solo caso de abuso por parte de un sacerdote es inaceptable y es motivo de profundo dolor por la víctima, por la infidelidad del sacerdote a su ministerio y por el debilitamiento de la misma Iglesia, llamada a ser santa. Casos como éste no pueden poner bajo sospecha poco menos que a todos los sacerdotes, ni la disciplina del celibato", dice.
"La Iglesia católica -prosigue- es la institución que ha decidido librar la batalla más clara contra los abusos sexuales de menores, comenzando desde dentro. Ha sido precisamente Benedicto XVI quien ha dado un impulso decisivo a dicha lucha".
