Ni es un gasto inútil ni es incompatible con la crisis. Todo lo contrario, es una receta para superar la recesión. El secretario general de Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio González, cerró ayer filas con la responsabilidad social corporativa, un concepto a su juicio "irreversible" que permitirá avanzar hacia una economía "del bien común, al servicio de la sociedad". En el foro organizado por El Correo, el también gerente del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) se mostró convencido de que de ello depende la "supervivencia" de las empresas. Eso sí, admitió que la crisis ha "ralentizado" en los últimos años las inversiones y proyectos que desarrollan las firmas para devolver a la sociedad parte de lo que ésta les ha dado.
El alto cargo del Gobierno andaluz desgranó las bondades de que las empresas se comprometan con iniciativas sociales. "Es incuestionable que un comportamiento responsable crea valor, mejora la imagen de marca y disminuye los riesgos de conflicto con la sociedad", expuso. Un comportamiento responsable "mejora el clima laboral y fomenta la eficiencia. Supone beneficios y ventajas claras para la empresa y la sociedad", añadió. González se mostró convencido de que estas prácticas ayudan a crear empleo y favorecen "la cohesión social".
¿Y qué papel deben tener las administraciones? Según el gerente del SAE, las empresas públicas no pueden "desconocer" lo que es la responsabilidad social corporativa y los gobiernos tienen que "arbitrar convenientemente reglas para liderar el proceso de desarrollo y, al mismo tiempo, actuar como modelo de comportamiento, siendo ejemplares".
El secretario general de Empleo sacó pecho de las actuaciones de la Junta en este ámbito. Defendió que el VII Acuerdo de Concertación Social, que expira este año, ha situado a la responsabilidad social corporativa como un "elemento estratégico de la acción del Gobierno andaluz". Se ha creado en la Junta un órgano de responsabilidad social empresarial, se han implantado códigos de buenas prácticas y se han creado premios que reconozcan la labor de las firmas de la comunidad.
González advirtió de que la crisis ha abierto una "importante brecha" entre las pequeñas empresas (con menos de cien empleados) y las grandes, prácticamente las únicas que destinan recursos a la responsabilidad social y mantienen una estructura organizativa. Solo un 11% de las firmas andaluzas están desarrollando prácticas o proyectos en este sentido, según un informe de 2011 realizado por profesionales del sector para la Junta de Andalucía.
