Cultura

Una sevillana estrena su primer largometraje en el festival de huelva

El Festival de cine iberoamericano de Huelva acaba de estrenar la primera película de la directora sevillana Ana Rosa Diego, de 39 años. Hablamos con la realizadora sobre este filme, ‘Héctor y Bruno', y sobre las dificultades de un director novel. La película se ha rodado durante seis semanas y media en Sevilla.

el 14 nov 2009 / 18:34 h.

Ana Rosa Diego (centro) durante el rodaje en Sevilla de la película.

-¿De dónde viene Ana Rosa Diego?

-Soy la miembro femenino de Letra M, y trabajo como script en el cine hasta ésta que es mi puesta de largo, aunque también he dirigido varios cortos. El último, el documental Tebraa sobre mujeres saharauis.

-¿Cuándo llegará ‘Héctor y Bruno' a las salas comerciales?

-Eso aún no está cerrado con las distribuidoras, pero sí que llegará.

-La distribuidora WAW explica que la película trata la relación entre un padre, que ha vivido toda su vida en un pueblo vasco, y su hijo. ¿Por qué hace una sevillana una historia tan del norte?

-Yo soy medio cantabrona, toda mi familia es de Cantabria y quien dice Santander dice el País Vasco, de donde nos ha llegado ayuda para hacer la película. Queríamos alejar de Andalucía el origen del protagonista, aunque la mayor parte de la película transcurre en una ciudad andaluza, que en el filme no se identifica, pero que cualquier sevillano va a reconocer como su ciudad. De todas formas la historia es más que una historia de vascos la de la separación de una familia y la recuperación de los lazos familiares. El protagonista, Txema Blasco, se ve forzado a abandonar su pueblo por la construcción de una autovía y va a conocer así a su nieto, y también a enamorarse.

-Al estrenarse como directora pocos la conocerán. ¿A qué se parece su película? ¿qué influencias tiene?

-Me gustan películas como ‘Secretos y mentiras', que es de alguna manera el referente. También me identifico con el cine de Icíar Bollaín de historias realistas, no de acción ni de tiros. ‘Hector y Bruno' es una reflexión sobre cómo vivimos con nuestros mayores, cómo se encaja convivir de golpe con los padres. No estamos acostumbrados a que en la vejez haya energía, o incluso pueda ser la puerta a la parte más trepidante de la vida, que es lo que le pasa al personaje de Héctor.

-¿Qué le gustaría rodar a continuación?

-Algo documental, tengo esa apetencia, quizá sobre la adopción, o tal vez sobre Vicente Ferrer. Primero escribiré, luego ya veremos.

-Muchos directores noveles se estrenan con internet porque la industria les cierra las puertas. ¿Es un fenómeno positivo porque se está abriendo una nueva puerta o negativo por la cobardía de las productoras?

-Yo no me he planteado nunca lo de internet, ni siquiera que está ahí la posibilidad de que pirateen mi película. Pero el cine en internet es de tan baja calidad que se pierde su esencia. Es un trampolín, como les está pasado a los cortos de Mundoficción, pero en realidad no les va a ahorrar el trabajo en el guión, en la historia. Pero me reconozco anclada al pasado, en invertir tiempo... porque confío en que al final da resultado.

-¿Su primera y única película?

-Me veo en la obligación moral de seguir dirigiendo porque entre todos los directores de cine las mujeres somos el 7%. Creo que somos muy pocas y no digo esto para que me den una subvención, sino porque creo que tenemos que estar ahí, que no debemos privar a la sociedad de nuestro punto de vista. Es una cuestión de equidad. Qué falla cuando el 80% de los jurados de los festivales son hombres. Y con la ayuda de vosotros las cosas pueden cambiar. Yo estoy convencida de que voy a hacer más cosas.

-En Sevilla se anuncian 63 salas de cine. Pero sólo proyectan una treintena de películas diferentes.

-El espectador no va a ver películas españolas. Me siento impotente, no sé qué se puede cambiar eso porque las películas no son malas y la cuota de pantalla es muy pequeña. El público y los políticos deberían estar más concienciados.

-¿Y la industria y el mundo del cine?

-Deberían tener garantizados unos cauces para que las productoras no se comieran con patatas las copias de las películas que financian [y que casi nadie ve]. Debemos convencer de que hay muchas películas españolas buenas. ‘Te doy mis ojos' salío con muy pocas copias, y si no hubiera pitado se hubiera quedado como tantas otras...

-Usted es guionista, script, directora... ¿cineasta multitalento?

-El trabajo de script [responsable de que se mantenga al continuidad en el rodaje, por ejemplo, vigilando que los actores no se pongan relojes diferentes en distintos días de trabajo] es el mejor entrenamiento para ser director. No sólo llevaba el rácord [esa continuidad]. También les daba consejos a los directores.

 

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