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Urbanismo bloquea el rescate de los chalés de Defensa en Eduardo Dato

"Tenemos un interés bárbaro en rehabilitar los cinco chalés que tenemos en Eduardo Dato, pero Urbanismo no nos da licencia", resumen fuentes de Defensa, que en octubre solicitaron el permiso y no obtienen respuesta.

el 15 sep 2009 / 06:23 h.

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"Tenemos un interés bárbaro en rehabilitar los cinco chalés que tenemos en Eduardo Dato, pero Urbanismo no nos da licencia", resumen fuentes de Defensa, que en octubre solicitaron el permiso y no obtienen respuesta. Tienen el dinero, han licitado la obra y saben lo que quieren, pero no pueden ejecutar su proyecto.

Lo único que han logrado hasta la fecha es el silencio administrativo por parte de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Y claro, nueve meses de largas dan pie a elucubraciones y a mosqueos. "No lo entendemos; tenemos unas buenas relaciones con el Ayuntamiento de Sevilla, firmamos el convenio marco con él para desafectar varios cuarteles y no ha habido problemas, pero ahora sí que los hay...

Somos conscientes de que esos cinco pabellones o chalés tienen protección patrimonial, y quizás por ello su rehabilitación tenga más trabas administrativas de la cuenta, pero no es de recibo que pasen tantos meses y nada". Es la voz de la impotencia al otro lado del teléfono, desde la Subdirección General de Infraestructuras del Ministerio de Defensa.

Resulta que los militares, en virtud del referido convenio urbanístico suscrito con el Consistorio, pretenden remozar los cinco pabellones regionalistas vecinos al cuartel de Monte Rey y fronteros a la Fábrica de Artillería, no por gusto, sino para centralizar en ellos su sede en la ciudad, es decir, su Delegación de Defensa.

Tienen el presupuesto consignado (5.048.184,26 euros, que seguramente habrán de actualizar porque habrá subido desde que se redactó el proyecto arquitectónico), han iniciado la licitación de la obra para aligerar la burocracia y estimaban en 15 los meses de ejecución. Pero no hay forma. Urbanismo sigue congelando la licencia y no les da explicaciones.

Al manejar las claves locales y sus intenciones estratégicas, la cosa se aclara: el Ayuntamiento, sabedor de que es propietario, tras la cesión de Defensa, de una patata caliente mastodóntica y muy necesitada de fondos como es la Fábrica de Artillería, teme que el Estado se desentienda de poner su parte en esta macro rehabilitación con fines archivísticos -sobre el papel, el Ministerio de Cultura ubicaría en una parte el Archivo Histórico Provincial de Sevilla, y la Junta haría lo propio con el Archivo General de Andalucía-.

Es por ello que trataría de forzar, con el bloqueo de la obra de los chalés, al Estado a explicitar su compromiso con la fábrica, hoy por hoy diluido. Si la jugada le sale al Consistorio, Defensa no podrá remozar sus pabellones hasta que el Estado, con la Junta y el propio Ayuntamiento, fijen el reparto de millones y metros definitivos para la Fábrica de Artillería. Y para esto sí que no hay fecha -ni ganas por parte de las administraciones central y autonómica-.

En Urbanismo saben que si esta estrategia fracasa, la Casa Grande no tendría con qué reflotar tamaño edificio por sí sola y con unas arcas tan sumamente delicadas. Y como propietario, tiene el deber de su conservación, que es bastante delicada.

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