El tanque de tormentas de Luis Uruñuela, que ha estado años envuelto en eternos trámites burocráticos, se encuentra ahora con la oposición vecinal cuando iban a iniciarse las obras. Los vecinos de Residencial Las Góndolas, en Sevilla Este, presentaron ayer un escrito donde denuncian que el inicio de estos trabajos se iba a emprender "sin consultar a los vecinos afectados", sin una autorización de obra y sin estudios previos como comprobar si esta actuación puede llegar a afectar a la cimentación de las viviendas.
Al respecto, el Consistorio aseguró que sí se han acometido todos los estudios y que no es verdad que no se hayan analizado las obras del tanque de tormentas y la afección que puede suponer con los vecinos, con los "que se han mantenido varias reuniones" y se tendrá una más la próxima semana.
Esa afirmación no casa con las quejas mostradas por los vecinos que viven en la Residencial Las Góndolas, que muestran su enfado a través de pancartas que cuelgan desde sus balcones. Según denuncian los vecinos, el proyecto que se pretende ejecutar para la instalación de un tanque de tormentas afectaría "a dos de las cuatro manzanas, y por tanto a un número aproximado de 900 viviendas, y 100 locales comerciales". A ese respecto, precisan que la actuación se realiza a "escasos metros" de los mismos portales de las viviendas, "pudiendo afectar a la propia cimentación de los edificios y afectando de pleno a una amplia zona verde consolidada" que además mantienen las propias comunidades de vecinos.
Los vecinos, que pensaban que la obra se iba a efectuar en la avenida Luis Uruñuela -como su propio nombre indica- y no al lado de sus pisos, en la calle Gruta de las Maravillas, recelan de que se haya aprobado la autorización de esta obra y que ésta reúna los informes legales pertinentes. En ese sentido, la portavoz de los vecinos, Ana Molina, indicó que están convencidos de que ayer no se continuó con el vallado perimetral del lugar de la obra debido a las quejas vecinales a través de las cartas remitidas a diferentes organismos, como la Gerencia de Urbanismo -la que autoriza la obra- y Emasesa y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, que son los responsables de la misma. Ese extremo, sin embargo, fue desmentido por el propio Consistorio, al que no sólo no le consta las quejas referidas, sino que asegura que "no se han paralizado las obras del tanque de tormentas en ningún momento y, por tanto, proseguirán con normalidad".
Los vecinos indican que si se acomete finalmente la actuación, se haga "con todos los informes legales favorables, autorizaciones correspondientes y un escrupuloso respeto a la normativa aplicable y a los derechos de terceros". Unas condiciones que, a su juicio, no se cumplen en la actualidad.
Esta oposición vecinal se produce en un proyecto que ya ha sufrido más de un traspiés en su tramitación ante la falta de ofertas presentadas. La CHG procedió a su adjudicación en agosto por un importe de 8,2 millones de euros. El proyecto, con un plazo de 18 meses, está pensado para detraer el excedente de aguas y retenerlo en el tanque para devolverlo a la red cuando se haya reducido el caudal y para aliviar uno de los principales puntos conflictivos de la cuenca del Tamarguillo garantizando el buen funcionamiento de la red de saneamiento.
