El PSOE no va a "castigar a ningún compañero" por el error en la votación de la Ley de Aguas que el pasado pleno provocó que el texto se aprobara con las aportaciones del PP, aseguró ayer el vicesecretario general socialista, Rafael Velasco. El responsable de la votación de las enmiendas fue el nuevo secretario general del grupo socialista, José Muñoz. Velasco dijo que no le consta que el diputado sevillano haya puesto su cargo a disposición del partido, algo que, a su juicio, sería "muy injusto" porque se trató de un "error humano". Defendió la "larga experiencia" de Muñoz como parlamentario y se mostró convencido de que va a hacer un trabajo "magnífico" en su actual puesto.
El número dos del PSOE andaluz, que negó que haya habido algún tipo de reflexión en el partido sobre la equivocación del pasado miércoles, quiso cerrar filas con el recién estrenado grupo parlamentario socialista que, según él, está haciendo un "trabajo formidable". "Estamos encantados", recalcó Velasco. Pero el fallo en la votación de la norma no ha sido la única polémica del pasado pleno. Un día después, el jueves, las críticas que el portavoz del PSOE, Mario Jiménez, vertió contra el líder del PP, Javier Arenas, en su turno de pregunta al presidente de la Junta desembocó en el quinta desalojo de los diputados del PP en un pleno.
Los parlamentarios populares abandonaron sus escaños mientras Jiménez intervenía, y volverán a hacerlo cada vez que el socialista tome la palabra. "No vamos a seguir aguantando que el PSOE se crea que la Cámara es su sede y que intente saltarse el Reglamento", sostuvo ayer el secretario general del PP-A, Antonio Sanz. El PP arremetió contra las formas de Mario Jiménez, al que le presupone menos talante que a su antecesor, Manuel Gracia. "Todos sabemos quién es, porque su historial de respeto a la democracia tiene mucho déficit, como cuando impulsó el sabotaje a la televisión de Gibraleón. Nada va a sorprendernos", insistió Sanz.
