El Centro Comercial Abierto (CCA) de Écija ha iniciado una campaña para atraer clientes a la plaza del Salón. Este colectivo, que agrupa a un centenar de comerciantes y profesionales del entorno de la plaza mayor ecijana, quiere aprovechar que los coches circularán por la explanada durante todo el verano para fomentar el acceso rodado al Salón e intentar que ese nuevo uso revierta en visitas a sus comercios y en una mejora de las ventas.
Con ese objetivo, el CCA ha editado y distribuido por Écija unos 10.000 panfletos animando a acudir en coche a la Plaza de España y comprar en los comercios de su entorno. Los comerciantes del casco histórico recuerdan, además, que los clientes de sus tiendas pueden canjear las mismas por horas gratis de estacionamiento en el aparcamiento subterráneo de la plaza si sus compras superan un máximo.
El gerente del CCA, Rafael Bellido, señala que el sector "aplaude que se abra el Salón al tráfico rodado" porque "bajaban las ventas y se hacía muy difícil el acceso y la movilidad por el centro histórico", una cuestión esta última a la que los comerciantes de la plaza mayor atribuyen casi toda la culpa de sus pérdidas económicas, cifradas en los últimos tres años "hasta en un 50%", según el gerente del CCA.
"El cliente va en coche el 99% de las veces", asegura Bellido, que resume así la necesidad de que fuera posible circular en coche por el perímetro de la plaza mayor astigitana, a pesar de que la misma fue abierta hace año y medio con un diseño peatonal, respaldado también en su día por los mismos comerciantes que ahora reclaman que el Salón sea "la rotonda del centro de Écija".
De hecho, la posibilidad de circular en coche por la Plaza de España es una medida que ha sido solicitada con insistencia por una abrumadora mayoría de comerciantes y profesionales de la zona. "En noviembre de 2007 se celebró una reunión en la Casa de la Juventud, con la asistencia de más de 250 profesionales y vecinos del centro que en un 98% votaron que querían tráfico en la plaza", recuerda Bellido.
Menos de un mes después de ese plebiscito, en diciembre de 2007, la plaza se abrió al público, ya reconstruida pero con el uso peatonal que, además, marca la normativa urbanística local, recogida en el Plan Especial del Casco Histórico (Pepriccha).
