Uno de los principales responsables de la conquista de la Europa League en Turín responde al nombre de Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi. Pocos sufren tanto como él viendo al equipo y por ello pocos disfrutan tanto como él cuando éste logra gestas como la de este miércoles en el Juventus Stadium. Criticado y elogiado, Monchi responde con hechos: siete títulos en ocho años. Ahí es nada. Que levanten con los dedos de una mano aquellos clubes que hayan logrado algo así. Por ello, conocer sus sensaciones en el día después de este nuevo éxito era obligado. Su rostro reflejaba cansancio a causa de la larga celebración pero, al mismo tiempo, serenidad por el trabajo bien hecho.
Han pasado unas horas desde que el Sevilla conquistó la Europa League. ¿Qué pasa por su mente en estos momentos? Tengo sensaciones muy positivas. Ha sido una temporada dura y difícil en la que hemos ido de menos a más en nuestro rendimiento. En ningún momento perdimos la confianza en este equipo y en estos técnicos, ni tampoco nos pusimos nerviosos. Creo que hemos aprendido del pasado. Cometimos errores por precipitación en determinados momentos y hemos aprendido de ellos. No hemos sido fieles al dicho aquel de El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra.
Quién iba a decir que este Sevilla conquistaría un título después de esos problemas y de una competición a cuya final llegó sin la superioridad con que disputó las de Eindhoven y Glasgow... Yo personalmente diría que esta edición de la Europa League ha sido la más sufrida, la más competitiva. La mejor para mí, por muchas razones, siempre será la final de Eindhoven, pero en mi opinión ésta de Turín ha sido la más exigente. El Benfica ha demostrado lo que es: un gran equipo. No ha sido nada fácil ser campeones aquí.
¿Qué sintió cuando vio que el Sevilla se proclamaba campeón, cuando lograba este gran éxito? Sinceramente, yo disfruté o lo celebré digamos más en Valencia, al clasificarnos para disputar la final. Ser campeones tras la tanda de penaltis era algo que casi no me podía creer. Estaba disfrutando más el momento que otra cosa.
Sin duda, este título es un espaldarazo para usted a nivel personal. Monchi nunca deja a nadie indiferente: le aplauden o le critican, pero todo el mundo opina. Para mí personalmente ha sido un año difícil, con momentos complicados. Mi estancia en Londres no ha sido fácil y muchos la han criticado, pero entiendo que haya a gente a la que no guste eso. Yo, en cualquier caso, sé a qué fui a Londres y con eso me basta. No veo este título como un premio para mí. En todo caso, es un premio al trabajo de muchas personas.
¿Cuál cree que es la clave que ha llevado al Sevilla a conquistar este nuevo título? En realidad, con tantos cambios en el plantel y tantas vicisitudes de todo tipo era impensable llegar tan lejos. Sin embargo, se ha visto una gran implicación y muchas ganas de llegar lejos... La cantidad de jugadores que lloraron en el campo te lo dice todo de este Sevilla. Futbolistas digamos experimentados como Beto, Fernando Navarro, Iborra, Rakitic... No ya los futbolistas más jóvenes con sus ganas, sino gente de peso, con una trayectoria importante. Cuando ves llorar a gente así compruebas la ilusión que les movió a luchar tanto junto a los más jóvenes. Hemos conseguido formar un grupo que jugadores que transmite siempre su hambre a la hora de llegar lejos, y esto es algo fundamental.
Por último: este título es el séptimo que se conquista desde 2006. Siete grandes éxitos en tan sólo ocho años es algo digno de elogio... La verdad es que esto es muy grande. Creo que no somos capaces de valorar lo que estamos consiguiendo, pero es muy grande, muy grande
Yo me siento orgulloso de pertenecer a este club. Siempre he dicho que soy más sevilista que director deportivo y así será siempre.
