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Videntes y visionarios coparon las llamadas al teléfono de Marta

Hoy termina el plazo para cobrar la recompensa del millón de euros.

el 16 abr 2010 / 19:29 h.

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El padre y el tío de Marta del Castillo, en la última búsqueda de la Policía en Camas.

El móvil habilitado para aportar pistas sobre el paradero del cuerpo de Marta del Castillo a cambio de una recompensa de un millón de euros se cierra hoy tras haber recibido más de 2.000 llamadas, pero ningún dato que haya permitido localizar el cadáver de la joven desaparecida hace 15 meses. La mayoría de las llamadas han sido de videntes o visionarios y no han aportado más que elucubraciones sobre dónde podrían haber ocultado el cuerpo los autores del crimen.

El plazo dado por el ciudadano anónimo que ofreció tan espectacular recompensa acaba hoy, un mes después de haberse dado a conocer la iniciativa, sin que ninguna persona con información cierta haya utilizado este teléfono. El compromiso era entregar el dinero si la pista aportada permitía en efecto encontrar el cadáver, ya que el donante, que no ha querido que se desvele su identidad, aseguró que lo movía su deseo de acabar con el dolor de la familia de la joven, que ni siquiera ha podido enterrarla.

La iniciativa provocó numerosos rumores sobre pistas y nuevas búsquedas del cuerpo, que la Policía Nacional y el juzgado han desmentido. Ayer llegó a hablarse del cementerio de Camas, donde un testigo dijo haber visto tierra removida. Pero aunque las llamadas consideradas fiables se han trasladado a los investigadores, y se han realizado gestiones para verificarlas, no han sido tan consistentes como para iniciar un rastreo, según la Policía.

Entretanto, los padres de Marta acudieron ayer al juzgado que investiga su asesinato para recoger la mochila con sus libros del colegio, que la Policía se llevó de su casa al producirse su desaparición. La mochila estaba a disposición de la familia desde que la Policía comprobó que no tenía huellas ni otros rastros de interés para la investigación.
Antonio del Castillo y Eva Casanueva acudieron personalmente a recogerla porque desean conservar todos los objetos personales de su hija. Tras su desaparición, la Policía también se llevó el ordenador de la niña, que fue devuelto a la familia poco después. La semana pasada el juez de instrucción abrió juicio oral por la muerte de Marta.

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