El PSOE de Sevilla escenificó la mayor unidad en torno a una figura de los últimos años. José Antonio Viera obtuvo el voto afirmativo del 88% de los delegados. Pese a los conflictos internos de los últimos meses, las principales corrientes del PSOE, incluido el sector más crítico, le dieron sus votos.
El elevado número de apoyos recabado por Viera en las últimas semanas y la precipitada retirada de la candidatura de Demetrio Pérez convirtieron en un escenario de consenso, diálogo y aparente unidad el siempre agitado PSOE de Sevilla. El secretario general fue reelegido por una amplía mayoría. De los 419 delegados presentes en el congreso votaron 412, de los 365 -un 88,6%- le dieron su apoyo. Hubo 6 votos nulos. Y 41 en blanco. Los críticos no se atribuyeron estos sufragios, la matoyoría admitieron públicamente que había dado su apoyo a Viera -varios de ellos sin poder ocultar su disgusto- y sus principales líderes realizaron constantes llamamientos a la "responsabilidad y la unidad".
También la gestión de la actual ejecutiva fue respaldada por una abrumadora mayoría. Sólo cuatro votos en blanco y, en este caso sí, 9 en contra. Entre ellos, según fuentes socialistas, algunos de los pertenecientes a agrupaciones como La Luisiana o Miraflores -la agrupación de la consejera de Justicia, Evangelina Naranjo-.
Viera celebró esta unidad: "Es una gran responsabilidad, y no defraudaremos. Hoy -por ayer- he reconocido algunos errores, que aunque no considero graves, no debemos repetir. He sido el candidato que más apoyos ha tenido de los últimos años. Ha sido la vez que un secretario general ha salido elegido con un mayor número de votos. Espero que encontréis en el partido un sitio que podamos compartir. La integración es un camino que podemos recorrer juntos. Y a partir de septiembre impulsaremos nuestras propuestas y me sentaré con los responsables del partido en Sevilla capital para mejorar las relaciones con los ciudadanos".
Con estas palabras Viera lanzó un mensaje a las agrupaciones de la capital -que dieron un apoyo mayoritario a su oponente-, al grupo municipal del Ayuntamiento -más dividido tras el último congreso- y al propio alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín.
Pese a estas palabras, según fuentes socialistas, Susana Díaz -número dos de Viera- y Monteseirín mantuvieron una conversación esta semana, una vez decidida la retirada de la candidatura de Demetrio Pérez. Ambos acordaron calmar los ánimos. De ahí, los mensajes de consenso lanzados por Sánchez Monteseirín y dirigentes del núcleo más próximo al regidor como Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, Francisco Fernández o Blas Ballesteros. Y de ahí, según estas mismas fuentes, la vehemente defensa del alcalde que realizó Carrillo en el Pleno del Consistorio.
También hubo conversaciones entre José Antonio Viera y Demetrio Pérez. Se produjeron el pasado viernes. En un tono conciliador, según varias fuentes consultadas, trataron de cerrar algunas de las heridas abiertas estos días -los dos líderes han repetido que no se ha abierto ninguna grieta más grande que las ya existentes en el PSOE de Sevilla-. La ejecutiva ha integrado algunas de las propuestas del sector crítico, entre ellas, según el entorno del ex candidato y delegado del Gobierno andaluz, las referentes a inmigración y formación.
Todo quedó a la espera de algún gesto. No tanto en la ejecutiva como en el comité director. Así fue finalmente tras una negociación que se prolongó más de lo esperado. Las distintas corrientes que se han aglutinado en torno a José Antonio Viera se repartieron los 48 puestos de la ejecutiva, mientras que para los principales representantes del sector crítico quedaron varias de las plazas del comité director. Incluso esto fue aceptado por los críticos con resignación. "Me parece representativa y plural.
Mantiene a sus principales responsables y tiene toda nuestra confianza", señaló Demetrio Pérez.
Pese a este aparente consenso y a los constantes mensajes de unidad en torno a Viera, no faltaron las referencias a las distintas polémicas surgidas en los últimos días. Fueron varios los dirigentes del sector crítico que aludieron a la imposibilidad de Demetrio Pérez de presentar su alternativa, así como las vehementes respuestas de miembros de la ejecutiva y dirigentes del núcleo más próximo al actual secretario general.
Las palabras más duras fueron las pronunciadas por el propio Viera en el turno de intervención en el que respondió a todos los delegados que pidieron la palabra a lo largo del congreso. "Tanto yo como Demetrio Pérez hemos recorrido todos los municipios de la provincia y la gente ha votado a quien ha considerado oportuno en completa libertad. No ha habido presiones. Si alguien tiene la más mínima denuncia sobre este tipo de procedimientos, que lo diga ahora, en este congreso". Nadie levantó la mano.
Fue un mensaje duro que acompañó del enésimo llamamiento a la unidad de la jornada y de un planteamiento optimista basado en uno de los ejes de la defensa pública que ha realizado Viera de su candidatura: "El PP no entiende qué puñetas pasa en Sevilla que pierden todas las elecciones. Hay que salir unidos de este congreso, con un partido fuerte y cohesionado".
La economía, la movilidad, la configuración de la Gran Sevilla como un amplio espacio metropolitano y la cohesión de la provincia serán los ejes de esta nueva etapa. Pero la clave la duración que tenga la aparente unidad reflejada ayer y la capacidad de la ejecutiva de coordinar las diferentes corrientes que forman parte de ella.
