“Primero fue una reforma laboral para abrir la puerta a despidos masivos en las administraciones públicas; luego llegaron los planes de ajuste para los ayuntamientos con subidas de impuestos y merma de los servicios públicos locales y ahora el asalto ha sido al espíritu de pluralidad que la Constitución recoge y que debiera reflejarse, más que en ningún otro sitio, en la esfera local”. Así se ha referido el presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos (PSOE), a la última reforma del Gobierno, entre cuyas medidas figura la reducción del número de concejales a partir de 2015.
Para Villalobos, por encima de coyunturas económicas puntuales, “la elección del número de concejales, tal y como se recoge en la Ley, supone desde su publicación un deseo claro del legislador para fortalecer la salud democrática en su nivel más cercano y básico, el poder local, con objeto de que el mayor número de vecinos de cada lugar se sintiera representado”.
Según Villalobos, “la distribución de tramos de población con un determinado numero de representes que se hizo en su momento no se trató de un juego de azar, ni de un capricho pasajero. Lejos de eso, el desarrollo de la norma trataba de conjugar el mayor número de opciones políticas en los plenarios locales, para que todos los ciudadanos se hicieran corresponsables con su municipio al verse reflejado en sus representantes”.
Para el presidente de la Diputación, con esta medida, “el gobierno del PP trata de obviar su verdadera responsabilidad, que no es otra que la de legislar las competencias impropias que los ayuntamientos han venido prestando sin financiación y que es la verdadera causa de la situación por la que atraviesan”.
