La melodía de la Navidad es aquella que suena a villancicos. Notas de recuerdos a las que si sumamos el redoble de panderetas, el rasgueo de la botella, el run run de cascabeles y el eco grave del cántaro nos regalarán un inconfundible son que sabe a campanilleros. Villancicos de alegría como los que anoche sonaron en el certamen organizado por el Grupo Morera&Vallejo en el Cortijo Gota de Leche, con la participación de seis de los mejores coros de la provincia.
Era una cita con la Navidad que guardaba un generoso fin solidario: colaborar con el Banco de Alimentos de Sevilla. Y es que si los villancicos son capaces de recordarnos la esencia de estas fiestas, no es menos importante aprovechar estos días para colaborar con los que más lo necesitan. Un gesto que se concretó con la aportación de un kilo de alimentos como entrada simbólica, logrando recaudar un centenar de productos.
Pero la gran protagonista de la noche fue la música que ofrecieron los coros. Los encargados de inaugurar las actuaciones fueron los miembros del Coro Rociero Amanecer de Dos Hermanas, llevando la alegría a las familias que acudieron a esta cita navideña. En segundo lugar, una formación del barrio de La Macarena, el Coro Aljibe, firmes defensores de un estilo clásico de campanilleros al que cantaron en su primer villancico.
Sin duda, uno de los instantes más especiales llegó de la mano del tercer coro, La Parranda del Hogar Canario de Sevilla. Sus voces e instrumentos trajeron sones clásicos de las islas, acompasando canciones navideñas con ritmos llenos de originalidad. Si ellos demostraron que no hay son que no acompañe a un villancico, el Coro de Pensionistas de Castilblanco de los Arroyos dejó claro que no hay edad para disfrutar de los campanilleros ni para despertar el recuerdo de las navidades que ya se fueron.
El Coro de Los Canasteros de Las Cabezas de San Juan puso sobre el escenario el arte y buen hacer de sus más de 30 componentes. Entre panderetas, palillos y cañas gileras despertaron la emoción con dos sentidos villancicos. Y para cerrar, un clásico del diciembre sevillano. Más de tres décadas acompañan al Coro Amigos de la Navidad de El Cerro del Águila, que puso el broche de oro con sus sones tradicionales de campanilleros.
A todos los coros se les hizo entrega de una escultura en bronce realizada por el artista sevillano Francisco Manuel Parra. Con ella se agradecía su presencia y se les invitaba a volver a un certamen que tendrá continuidad en los próximos años. La gala fue retransmitida en directo por Canal Luz Televisión con la colaboración de El Correo de Andalucía.
