Y el árbol se hizo cofrade

La acacia situada junto a la basílica de María Auxiliadora se desplazará para que discurran sin problemas los pasos procesionales

iglesia-utrera-arbol Estaba muy próximo a la puerta de la conocida como basílica de María Auxiliadora, y su presencia auguraba un difícil futuro a la salida entrada de los pasos procesionales desde este templo salesiano. Finalmente, la acacia que ha protagonizado la polémica será desplazada para que los problemas se minimicen. A raíz de la queja de la hermandad de los Estudiantes, las distintas partes implicadas han intentado buscar una solución consensuada para evitar que, cuando dicho ejemplar crezca, complique el tránsito de los pasos procesionales por el acerado de la avenida San Juan Bosco. En este sentido, el presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Manuel Peña, acudió hasta este lugar, junto a los técnicos municipales, para realizar las mediciones y buscar una respuesta que satisficiera a todo el mundo. La solución al problema va a pasar por aumentar la distancia entre los dos árboles que flanquearán la basílica. La acacia que ya está plantada será movida un metro hacia el extremo opuesto a la puerta del templo, hasta quedarse a 40 centímetros del final del alcorque, que es el espacio necesario para que el árbol crezca sin dificultades. Lo mismo ocurrirá con el ejemplar que deberá plantarse al otro lado de la puerta. Con esto se logra alejar ambas acacias al máximo entre ellas, pero sin modificar el proyecto original. Así, se conserva el número de plazas de aparcamiento que se habían previsto con la reurbanización de la avenida de Utrera, pero se separan estos dos árboles hasta que alcancen los ocho metros de distancia. En cualquier caso, se mantendrán las acacias previstas al comienzo, en lugar de sustituirlas por naranjos, como fue otra de las propuestas que barajó el Ayuntamiento a raíz de la polémica. Y entre mediciones, propuestas, e idas y venidas de técnicos, políticos y representantes cofrades, ahí sigue este árbol que, sin quererlo, se ha convertido en protagonista de muchas conversaciones callejeras. Al final de todo –cosas de esta tierra–, se ha terminado convirtiendo en un árbol cofrade, que verá en primera fila el discurrir de las procesiones que salgan desde esta iglesia.

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