Tranquilo y convencido. Así se mostró ayer José Luis Rodríguez Zapatero cuando garantizó que "no hay absolutamente ninguna expectativa de diálogo con ETA" durante la próxima legislatura. "Nunca", remachó, para acabar diciendo que el único destino de la banda es dejar la violencia.
"Tony Blair me dijo una vez que es difícil ser terrorista por lo que comporta matar, poner bombas, degradar vidas... pero que es casi más difícil dejar de serlo, porque la locura criminal acaba siendo el fin en sí mismo". Zapatero hacía gala de su tono más sereno mientras pronunciaba estas palabras en respuesta a las preguntas del periodista Iñaki Gabilondo en una entrevista televisada ayer por la noche en Cuatro.
El presidente del Gobierno dijo no tener ninguna duda de que "la democracia pondrá fin a la violencia de ETA y al terrorismo. Estamos en mi opinión cada día más cerca, pero es una larga marcha, una tarea de tenacidad, de tesón, donde hay momentos de decepción", concluyó. En cualquier caso, el líder del Ejecutivo se mostró orgulloso de haber agotado todos los cartuchos en la lucha contra la violencia etarra. "Siempre hay que intentar acabar con el terror cuando existe la posibilidad. No me habría perdonado, como presidente del Gobierno, no hacerlo", sentenció.
Listo para todo. El líder socialista, que dijo estar preparado para todo, incluso para perder las elecciones, no quiso pronunciarse acerca de si dejará la política en caso de no revalidar el mandato el 9 de marzo. "Contemplo ganar, pero si los ciudadanos optaran por otra dirección, hablaría con mi partido, no hay que adelantar decisiones", dijo. La crítica a la oposición de "división" y "crispación" del PP fue, por otro lado, una constante durante la entrevista. El presidente del Gobierno confesó que ha llamado al líder popular, Mariano Rajoy, nueve veces durante la legislatura. "Seis veces más de las que Aznar me llamó a mí", aseguró el candidato socialista.
Por otro lado, Zapatero volvió a presentar la mejor cara de la economía española y contestó a quienes dicen que el ministro Pedro Solbes está agotado que "está en plena forma". "Solbes es de una solvencia y de una reputación internacional que nos ha permitido ser el país que más superávit tiene entre las potencias industriales. ¿Cuándo ha podido España aspirar a eso?", preguntó.
El presidente del Ejecutivo habló también de inmigración. Tachó de "inútil" el contrato de integración propuesto por Mariano Rajoy y recordó, una vez más, que el único contrato posible es "el código de nuestras leyes". "La inmigración está cambiando, lo que significa nuestra piel demográfica está influyendo en nuestro crecimiento económico. Con lo que trabajan los inmigrantes pagamos un millón de pensiones", argumentó.
En cuanto al aborto, el máximo responsable socialista volvió a admitir que la ley vigente podría ser transformada, pero sólo bajo el más amplio consenso.
Al final de la entrevista, Gabilondo presentó a Zapatero las preguntas de algunos espectadores. A la más personal, si se había fumado alguna vez un porro, el presidente contestó que no.
