El PSOE logró ayer aplazar hasta septiembre la comparecencia en el Congreso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para explicar su postura ante la crisis. Los votos de CiU y Coalición Canaria han evitado el pleno extraordinario previsto para este mes.
Los grupos parlamentarios de ERC-IU-ICV y del PP habían llevado a la Diputación Permanente sendas peticiones para que Zapatero acudiera a la Cámara antes de agosto, pero el PSOE ha negociado con los nacionalistas de CiU y CC para que el pleno monográfico sobre las medidas anticrisis se celebre después del verano.
El portavoz socialista, José Antonio Alonso, justificó el aplazamiento porque en septiembre comenzará el curso político y será el "momento óptimo" para evaluar la situación económica, argumento en el que coincide con Pere Macias (CiU), quien destacó que entonces ya habrá un nuevo cuadro macroeconómico, y con Ana Oramas (CC).
Desde el PP, por el contrario, Soraya Sáenz de Santamaría afirmó que Zapatero no quiere comparecer porque no tiene "nada nuevo" que contar sobre la crisis y sus soluciones, y reprochó al presidente que carezca de "palabra", extremo compartido con Joan Ridao (ERC) y Gaspar Llamazares (IU), que le recriminaron ayer que no cumpla sus compromisos adquiridos.
Los socialistas consiguieron así sumar una mayoría de 28 votos (25 suyos, dos de CiU y uno de CC) que permitió derrotar a los partidarios de la comparecencia del jefe del Ejecutivo (19 votos del PP, dos de ERC-IU-ICV, dos del PNV y uno del BNG).
Como órgano encargado de convocar las comisiones y plenos fuera del período ordinario de sesiones, la Diputación ha visto otras peticiones de los grupos políticos, entre las que ha prosperado por unanimidad una del Partido Popular y las fuerzas de izquierda para que el ministro de Industria, Miguel Sebastián, explique de forma urgente en el Congreso el plan de cierre de la central nuclear de Garoña. También dará explicaciones, antes de que acabe julio, en la Comisión de Industria, sobre la subida de la tarifa eléctrica.
