Ni tregua ni bandera blanca. El Ayuntamiento y la Junta están condenados a enfrentarse. Y, si había algún atisbo de conciliación hay muchos cargos políticos que, por lo bajini, hablan de buen clima de entendimiento en las reuniones, este se rompió ayer definitivamen- te cuando el alcalde, Juan Ignacio Zoido, desenterró el hacha de guerra con la Junta de Andalucía, exponiendo como razón la de que sus proyectos no llegan a buen puerto. No llegó a enterrarla muy hondo, ya que, desde que Susana Díaz tomó posesión como presidenta andaluza, toda intervención llevaba a colación una coletilla de exigencia. La última de ellas, con la rehabilitación de Los Pajaritos. Con esos ingredientes, el Pleno estaba predestinado a acabar en batalla campal, y así fue. Más si cabe cuando trascendió un informe de la Consejería de Fomento que rechazaba el proyecto de construcción del nuevo puente sobre el río para aliviar el tráfico que generará la Torre Pelli y plantear el uso del transporte público y la bici. La negativa alentó al alcalde a que, a la mínima oportunidad, mordiera. Sólo 40 minutos después del inicio y tras la aprobación provisional de una modificación del PGOU que permite uso terciario en una parcela junto al_Estadio de la Cartuja, Zoido estalló. Queremos resolver problemas y la Junta pone palos en las ruedas, recriminó, tildando de denegación absurda la negativa a un nuevo puente en la Cartuja. O es que quieren que nos quedemos con el puente de barcas, ironizó. Zoido aprovechó para sacar de nuevo su repertorio de quejas a la Administración regional, sobre todo con el proyecto de Ikea, aquel que prometió que desbloquearía en 15 días, y del que culpa a la Junta de dos años de trámites. Una queja rebatida por el PSOE, que alegó que todos los informes solicitados se entregaron con celeridad._Pero Zoido ya iba a la yugular: A pesar de todo, Ikea vendrá a Sevilla. A ese discurso se sumó el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, que extendió la lista a la ampliación del Metro, la rehabilitación de las Letanías... hasta los permisos de un aire acondicionado en un kiosco, que debe ser aprobado por la Comisión de Patrimonio. Nos dilatan todos nuestros procedimientos cuando antes validaban, sin pensarlo, proyectos como el de las setas, afirmó. De tal magnitud fue el órdago preparado para la ocasión, que el Pleno ya no se guiaba por puntos, sino en las réplicas y contrarréplicas. La moción sobre barreras arquitectónicas pasó sin más pena que gloria. La oposición no iba a pasar tantas críticas no sólo hacia la Junta, sino al anterior mandato. El portavoz del PSOE, Juan Espadas, recriminó el discurso tedioso del alcalde, que siempre recurre a la misma pena. No me creo que piense que la Junta está dedicada a fastidiar los planes del alcalde, manifestó, no sin antes aclarar que el problema es que no presentan bien los expedientes debido a una mala planificación. Previamente, el portavoz de IU, Antonio_Rodrigo Torrijos, se mostró sorprendido de la forma que tiene el Gobierno del PP de repetir machaconamente que la Junta está trabajando contra los sevillanos. Si usted [Zoido] hiciera la propuesta en condiciones y sin irregularidades no se podría negar, indicó. De hecho, lo divisa como un nuevo conejo sacado de la chistera del alcalde para justificar la ausencia de proyectos para la ciudad. Así, aseguró que Zoido dirá que ha querido cumplir, pero no le han dejado.
