Desde ayer, pero no desde antes de ayer, el PP-A apremia a la Junta para que adelanten las elecciones las últimas fueron hace 15 meses pero no muestra la misma prisa por presentar a su candidato, y anunciar el nombre que competirá contra Susana Díaz. El presidente del partido, Juan Ignacio Zoido, se resistió ayer con uñas y dientes a revelar quién será el cabeza de cartel del PP-A, porque sencillamente aún no lo tienen ni está fechado el proceso para elegirlo. Zoido se situó ayer en las antípodas del mensaje que su número dos había ofrecido sólo 24 horas antes, y en vez de rechazar de plano los comicios, afirmó tajante: Sólo nos queda un camino: el adelanto electoral. Al momento, todos los periodistas se lanzaron a por la misma pregunta: si el PP-A reclama elecciones inmediatamente, cuanto antes mejor, ¿qué candidato tienen para afrontar esos comicios inminentes? No se preocupe por eso, replicó Zoido varias veces, nadie se está preguntando quién es el candidato del PP en Andalucía. Este giro en la estrategia de los populares andaluces fue puesto en cuestión ayer mismo por dirigentes del partido nacional, que opinan que la marcha de Griñán debe acelerar los ritmos del PP-A para elegir a su cabeza de cartel.
La repentina dimisión del presidente de la Junta ha obligado al principal partido de la oposición a dar un vuelco de 180 grados en su estrategia. Hace 48 horas, el secretario general del PP-A, José Luis Sanz, dijo con total rotundidad: En pleno proceso ya casi de recuperación económica que estamos viviendo, unas elecciones distorsionarían lo que sería esa llegada de la recuperación. Lo que menos le interesa a Andalucía ahora es un adelanto electoral. El argumento económico de Sanz se evaporó ayer de súbito. El partido había decidido cambiar de tercio. ¿Qué había cambiado en un día? Las circunstancias son totalmente distintas a las de hace 24 horas, explicó Zoido, y acusó a Griñán de huir acorralado por la corrupción, 24 horas antes de la declaración ante la jueza Alaya del exinterventor de la Junta, pieza clave para el futuro procesal del aún presidente andaluz. El PP afea a Griñán por menospreciar a los ciudadanos, por mentirles, y reclama elecciones anticipadas por el bien, el prestigio y la dignidad de Andalucía. Sin embargo disocia de esa reivindicación la necesidad de presentar al candidato de su partido, como si una cosa no llevara irremisiblemente a la otra. Ante la enésima insistencia de la prensa, Zoido puso punto y final: Para que no me sigan preguntando: no voy a desvelar cuál es el calendario del PP. No lo voy a decir.
Lo que sí dijo es que algunos de los miembros de su partido que han aparecido estos días en las quinielas algunos personalmente no niegan su interés por ser candidatos van desencaminados. No aclaró más. Los nombres que más suenan son los de la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto; el secretario general del PP-A, José Luis Sanz, el número dos de la ministra Mato, Juan Manuel Moreno, o los ministros de Empleo (Fátima Báñez) y Agricultura (Miguel Ángel Cañete), ambos andaluces.
Dirigentes del PP nacional consultados por Europa Press consideran que el partido debe ir pensando en un candidato en Andalucía tras la dimisión de Griñán, y no descartan que algún ministro de Rajoy sea cabeza de lista. En las filas del PP dan por seguro que el PSOE-A no agotará la legislatura y creen que esto les obliga a tomar decisiones. Las circunstancias han cambiado y tenemos que adaptar nuestras decisiones a los ritmos que se están produciendo, asegura un miembro de la dirección nacional, que hace hincapié en que no pueden seguir pensado lo mismo que hace un mes porque ya no se trata de un proceso de primarias sino de la renovación en la Presidencia de la Junta. Va a haber elecciones cuando interese al PSOE. Y a lo mejor son en junio del año próximo, coincidiendo con las europeas o a finales del año que viene, dice otro cargo del PP, que cree que su partido debe empezar a mover ficha en septiembre u octubre.
Antes de cerrar su comparecencia, Zoido anunció ayer que llamaría al coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, para que le explique qué hace falta para que IU rompa el pacto de Gobierno, y si está dispuesto a tragarse todos los sapos del PSOE.
