Arrugado, doblada la plancha metálica que soporta la estructura y con los borlones deshilachados. Así terminó el Simpecado de Hinojos la procesión de la Virgen del Rocío del pasado Lunes de Pentecostés debido a la «agresión» de un «grupo reducido de almonteños» que quiso utilizar a la Reina de las Marismas en una disputa por motivos políticos en torno a la marisma y el cuidado de las yeguas criadas en Doñana. Precisamente, este año la filial número 19 recuperaba su lugar tradicional en la procesión respondiendo a la demanda de la hermandad Matriz que planteó esta nueva ubicación con la intención de garantizar la seguridad y facilitar la llegada del paso de la Virgen. Así, en lugar de que la Blanca Paloma tuviera que entrar en la calle Sanlúcar para saludar al Simpecado de Hinojos, la hermandad se colocó al principio de la calle, ya en la esquina con la plaza de El Real. Sin embargo, la disputa entre algunos almonteños que venían con la Virgen e hinojeros derivó en esta agresión que dio la impresión desde la distancia que el Simpecado se inclinaba ante el paso. Hinojos pedirá explicaciones por el accidente a Almonte una vez que haya identificado a los autores de la agresión contra esta pieza que representa a la patrona de Almonte.

La junta de gobierno de la hermandad de Hinojos se reunirá mañana y pondrá en conocimiento de la Matriz estos hechos para intentar aclarar lo sucedido, según explican a esta redacción fuentes de la filial 19. El presidente de la Matriz, Juan Ignacio Reales, que asegura «desconocer lo sucedido», en tanto en cuanto la hermandad de Hinojos no se ha puesto aún en contacto con los responsables de la corporación de Almonte, afirma que «cualquier tipo de daño es censurable» y confía en que se aclare lo sucedido toda vez que la Virgen llegó «con las dificultades propias de la procesión» ante Hinojos y se rezó correctamente la Salve. En cualquier caso, Reales admite que «había historias previas ajenas a la hermandad» y que, por este motivo, también, se había pedido que adelantaran el Simpecado y se recibió con «especial cariño» a la hermandad de Hinojos en la presentación del sábado. Tanto que la carreta llegó más alta que ninguna en su saludo a la Blanca Paloma y «se invitó a la hermandad a cantar las sevillanas de Muñoz y Pabón en la puerta del santuario», en «un gesto de hermandad entre dos hermandades y dos pueblos vecinos».