Repasando los expedientes desclasificados por el Gobierno sobre los avistamientos de ovnis en España en las últimas décadas, se me ocurrió una pregunta lógica, la de cuántos de los muchos extraterrestres que nos han visitado a lo largo de estos años se quedarían entre nosotros, porque no me puedo creer que ninguno se planteara cambiar de vida y asentarse en Andalucía, tierra acogedora y divertida. A lo mejor hasta nos trajeron el flamenco, porque según los flamencólogos más despabilados, es de cualquier parte menos de Andalucía. Mientras unos dicen que se creó en las barberías de Triana, el barrio de la Viña de Cádiz o el de Santiago de Jerez, entre pelado y afeitado, otros apuntan la posibilidad de que lo trajeran los fenicios. Vemos un retrato de Ziryab y créanse que tenía pinta de no ser de este planeta. Incluso el del célebre Planeta de Cádiz, que por algo le llamaban así y, encima, la única seguiriya que nos legó habla de la luna. ¿No han sospechado alguna vez que cantaores como Morente o Manuel Agujetas fueran descendientes de extraterrestres?