Ni una, ni dos, ni tres, son cuatro

Los aficionados del Sevilla celebraron en el Auditorio Rocío Jurado un nuevo título europeo. Con el pitido final, la fiesta se trasladó a la céntrica Puerta de Jerez

28 may 2015 / 10:53 h - Actualizado: 28 may 2015 / 14:16 h.
"Europa League","Sevilla FC"
  • Varios aficionados sevillistas enarbolan sus banderas en Puerta de Jerez. / Manuel Gómez
    Varios aficionados sevillistas enarbolan sus banderas en Puerta de Jerez. / Manuel Gómez
  • Fieles a la tradición, miles de aficionados sevillistas se congregaron en Puerta de Jerez nada más terminar el partido. / Manuel Gómez
    Fieles a la tradición, miles de aficionados sevillistas se congregaron en Puerta de Jerez nada más terminar el partido. / Manuel Gómez
  • Un hincha muestra un cuadro conmemorativo del tercer título. / M. Gómez
    Un hincha muestra un cuadro conmemorativo del tercer título. / M. Gómez
  • Los más jóvenes dieron rienda suelta a la felicidad. / M. Gómez
    Los más jóvenes dieron rienda suelta a la felicidad. / M. Gómez
  • Varias aficionadas gritan en el Auditorio Rocío Jurado después del 1-1. / José Luis Montero
    Varias aficionadas gritan en el Auditorio Rocío Jurado después del 1-1. / José Luis Montero
  • Dos aficionados se abrazan emocionados en el Auditorio. / José Luis Montero
    Dos aficionados se abrazan emocionados en el Auditorio. / José Luis Montero
  • Un cartel en honor a Antonio Puerta. / Á. García
    Un cartel en honor a Antonio Puerta. / Á. García
  • Una aficionada, eufórica. / José Luis Montero
    Una aficionada, eufórica. / José Luis Montero

Un lleno absoluto con sabor a gloria y a otro título, así se puede describir lo que pasó ayer en el Auditorio Rocío Jurado de la Cartuja. Lleno hasta las manijas, repleto de camisetas rojas y blancas y un sólo cántico que imperaba en el ambiente: «El Sevilla es campeón». Miles de sevillistas viajaron para animar a su equipo, al Sevilla FC, pero otros, por motivos diversos, tuvieron que conformarse animando desde la provincia hispalense, desde donde festejaron otra noche mágica para el sevillismo. Lo que vivieron los sevillistas no se vive todas las noches, ni todos los años, ni mucho menos... Este equipo está mal acostumbrando a esta afición, en el buen sentido de la palabra. Mal acostumbrando porque ya son cuatro, que se dice pronto pero ningún equipo cuenta en sus vitrinas con cuatro títulos de la Europa League. Solo este gran Sevilla que volvió a hacer historia. En 2006, 2007, 2014 y, por último, en 2015.

Antes del inicio del encuentro, en los aledaños del Auditorio ya se festejaba que el Sevilla estaba en la final un año más. Cánticos de felicidad, de apoyo a su equipo al que algunos no pudieron acompañar, pero aproximadamente unos 7.000 sevillistas estuvieron mandando fuerza a sus guerreros desde la capital hispalense, ayer más animada que nunca.

Entre la muchedumbre llamaron la atención dos jóvenes de 10 y 13 años, Guillermo y Alejandro respectivamente, que junto a otros familiares –Laura y Sandra– acudieron por primera vez a ver a su Sevilla al Auditorio en una final. Una bonita experiencia para ambos, pues pudieron disfrutar de un gran encuentro que su equipo terminó ganando y, por consiguiente, levantando un título más que nunca olvidarán.

Al igual que ellos, un grupo de amigos, Jesús, Carlos y Alejandro, que desde las 16.30 horas estaban haciendo cola para entrar y no perderse el gran choque, la final de la Europa League. Una vez comenzado el duelo, mucha tensión. Los nervios se palpaban en las caras de los sevillistas, que soltaron algunas lágrimas de impotencia con el gol tempranero del Dnipro, pues calló a las masas por unos segundos, pero rápidamente comenzaron a ondear las banderas por todo lo alto. Era el momento de no rendirse y así fue. Minutos más tarde llegó el gol del empate, que volvió locos a los seguidores que empezaron a cantar el himno del Arrebato al son de la música. Con el segundo tanto volvió la locura al Auditorio y volvió a sonar el himno, acompañado del «campeones, campeones». Quizás algo pronto porque llegó el empate y volvió el silencio. Pero no paró el apoyo de los sevillistas, que nunca duraron de su equipo, del Sevilla, que consiguió dar la vuelta al resultado y levantar por cuarta vez el título que le hace reinar la Europa League.

El «campeones, campeones» no cesó y se trasladó a la Puerta de Jerez, donde se concentraron miles de sevillistas haciendo gala del honor que supone vestir la elástica del club nervionense.