¡Buenos días!

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30 ene 2018 / 21:07 h - Actualizado: 30 ene 2018 / 21:39 h.
  • ¡Buenos días!

Quién le iba a decir a aquellos hombres obedientes del muelle que trabajaban para Alfonso Borrero, Salvador Dorado o el Viejo Ariza que hoy en día serían los antecesores de los Gladiadores del XXI. Lo que para ellos era una forma humilde de llevar el pan para su casa, muchos sin creer en Dios, pero que gracias a Dios podían comer; hoy se ha convertido en un privilegio digno de dioses o como elegidos como ellos mismos se procuran, qué estupidez. Esto se está yendo de las manos y es más serio de lo que parece. A raíz del tráiler cinematográfico de una hermandad de Sevilla donde se convoca a una igualá de costaleros como si aquello fuese la gala de los Oscar, te das cuenta de la falta de respeto, de rigor y de humildad que rodea a la Semana Santa. Ser hermano mayor, prioste, vestidor, camarera, costalero, capataz, nazareno, músico son puestos circunstanciales de servicio a una comunidad de fieles. Quien haya pensado que San Gonzalo necesita una cuadrilla de excelentes costaleros para rezar al Soberano, que el Señor de las Tres Caídas necesita 150 músicos para ser el rey de Triana, que la Macarena necesita esmeraldas y joyas para ser la Reina de Sevilla o que el Gran Poder necesita un trono de oro para ser Dios está equivocado. Todo esto es consecuencia del amor que Sevilla les tiene, pero nada de esto les hace falta para ser el Dios y su Madre. Me da vergüenza de la competición en la que se encuentran inmersas nuestras Hermandades, y hay que poner medidas ya con urgencia. Hazme un favor, sé feliz. ~