Dígalo, señor Pavón, en su columna periodística, a usted le harán más caso que a mí. Antonio Gutiérrez Limones es moneda de controversia política porque puede ser llamado a declarar por el Tribunal Supremo tras completarse la investigación judicial en la empresa pública Alcalá Comunicación Municipal. Ha sido senador y ahora es diputado sin haber resuelto muchos marrones de su etapa como alcalde de Alcalá de Guadaíra. Porque hay más. Sí, señor Pavón, yo soy un autónomo al que en octubre de 2014 llamó la Fundación para el Desarrollo Sostenible Alcalá Innova (también de titularidad municipal, creada y presidida por él desde el Ayuntamiento) para hacer unos trabajos que les corrían mucha prisa en relación a un proyecto europeo al que se habían adscrito y que iba a tener lugar en marzo de 2015 en Alcalá. Se acordó facturarlos por un total de 1.210 euros. Se hizo el trabajo, se presentaron las facturas... y todavía no me las han pagado.
La Fundación Alcalá Innova está en concurso de acreedores desde enero de 2016. Sus trabajadores fueron despedidos. Señor Pavón, muchos autónomos están peor que yo, porque el montante de deudas a proveedores de dicha fundación asciende a 80.000 euros. Por supuesto, él no dejó de cobrar su sueldo de alcalde, ni después el sueldo de senador, ni ahora el sueldo de diputado. Es lo único sostenible y sostenido.
Señor Pavón, en el improbable caso de que usted o yo presentáramos nuestro currículo para un posible puesto de alto cargo, donde está en juego la gestión del patrimonio público y del dinero procedente del bolsillo de los ciudadanos vía impuestos, seguro que nos dirían: “Comience por arreglar todos los pufos que quiere dejar atrás, resuelva con su sucesora en la alcaldía el problema de las personas que padecen los impagos originados bajo su mandato y por su estilo de gobernanza. Y cuando ya no haya acreedores tirados en la cuneta de la morosidad, entonces su candidatura podrá ser algo creíble para tenerla mínimamente en cuenta. Mientras tanto, absténganse de postularse”. Sin embargo, quienes tienen bula para vivir como políticos profesionales no se bajan del coche oficial que también les pagamos las víctimas de sus decisiones. Y en sus partidos políticos son intocables, y los proclaman padres de la patria. Qué falta de respeto a la democracia.
Usted lo leería en los periódicos, señor Pavón, se publicó en septiembre de 2016. Se lo recuerdo, por si acaso: el administrador concursal designado por el Juzgado de lo Mercantil 1 de Sevilla para el concurso de acreedores de dicha Fundación, envió un escrito al juez pidiéndole “auxilio con el fin de que instase a los patronos de dicha fundación a cumplir con su deber de colaborar”. Comenzando por Gutiérrez Limones, que ya estaba encarnando la soberanía nacional en las Cortes Generales. Ninguno se había puesto en contacto con el administrador concursal, pese a los múltiples requerimientos de éste. Ni él ni sus cargos de confianza. Es la política del 'si te vi, no me acuerdo'. Y luego hablan de ejemplaridad. Estamos en junio de 2017 y siguen escondidos, sin colaborar. Y yo, sin cobrar los 1.210 euros. Pero a nuestro diputado no le faltará su paga extra de verano.
Cómo juegan de modo irresponsable con nuestros esfuerzos, con nuestro tiempo, con nuestro dinero, con nuestra reputación, con nuestros quebrantos. Qué fácil es dejar deudas y no hacerse responsable de su pago.