El PP de Sevilla

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25 may 2017 / 08:26 h - Actualizado: 25 may 2017 / 08:28 h.
"Habla, Sevilla"

Se acabó. Hasta el pasado domingo cada uno tenía un candidato, o no, una forma de ver el partido, o no, cuestiones que recriminar, o no, puntos de vista antagónicos, o no, un responsable en la cabeza, o no. Lo cierto y verdad es que no hemos dado el mejor de los ejemplos; nuestras cuitas personales han traspasado la frontera local para asentarse en toda Andalucía, incluso a nivel nacional. Y de todo ello, debemos de aprender, pero sobre todo dejar atrás. Nunca más puede romperse un partido justo por la mitad obligando a sus militantes a elegir.

Pasada esta etapa –que igual era necesaria– sólo llegará a la orilla el que nade, el que sume, el que sepa pasar página. Atrás no deben de quedar ni los que cruzaron líneas rojas (en ellos está saber disculparse de forma sincera) entre otras cosas porque todos somos necesarios para conseguir el objetivo, que no es otro que gobernar para transformar la sociedad.

Un estadista chino, Mao Tse-Tung, dijo que «La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que dejarse llevar por la mala costumbre de criticar sólo después de consumados los hechos».

La crítica ha terminado. Nuestros problemas son la sanidad, la educación y el paro. No otros.

Sólo hay una cosa peor que una pelea o disputa en un partido político; y esa es, no ser capaces ante la sociedad de saber superarla, dejando entrever una debilidad que incapacitaría a los actores a conseguir sus fines, cuales son representar y dirigir los destinos de dicha sociedad.

La misma lealtad que le profesé al anterior presidente, es la que le profesaré a la nueva presidenta, y la misma que ella debe ganarse, ya que de lo contrario el PP de Sevilla quedaría completamente roto... y este militante –que en septiembre hará 30 años de afiliado- pondrá de su parte para que ello no suceda.

Mientras tanto, ¡sé feliz!