El respeto al rival

Por desconocido que pueda parecer, el Leicester es el actual campeón de la Premier League y su objetivo sigue siendo hacer un buen papel en la Champions League

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13 dic 2016 / 14:48 h - Actualizado: 13 dic 2016 / 14:49 h.
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Un sorteo de los octavos de final de la Liga de Campeones nunca puede arrojar un rival fácil. En él se dan cita los 16 mejores del continente. Había expectación en el sevillismo por conocer a su contrincante, que será el Leicester. Por si usted aún no conoce a este equipo, sepa que no es ninguna perita en dulce. Un modesto al que no le ha hecho falta llamar las puertas de Europa, pues entrar a lo grande: como campeón de la Premier League en una historia sorprendente y de película. Y un referente más actual: este fin de semana le endosó cuatro al City. Un viejo conocido de nuestro fútbol, el italiano Claudio Ranieri, es el encargado de hacer soñar a este pequeño equipo reconvertido a coloso. El sargento de hierro conoce bien la Liga y sabe que el buen puñado de millones de euros que diferencian el presupuesto de Sevilla y Leicester no será argumento suficiente para derrotar al equipo de Sampaoli. La calidad de los nervionenses es sobradamente conocida por el resto del continente que, además, procesa un respeto importante a la entidad sevillista, que aunque a veces se olvide, parte en esta competición como campeón de la Europa League. Campeón y campeón frente a frente. El mejor ejemplo de cómo un modesto puede hacerse inmenso. El sueño de cualquier club europeo hecho realidad. Así son Sevilla y Leicester, aunque en este caso, el curriculum y el palmarés sevillista sea más amplio y tenga más mérito. Dos equipos rebeldes, distintos, que no temen a nada y que ya han demostrado que haciendo las cosas bien no hay que arrugarse ante otros con más dinero. Equipos plagados de hombres, más que de nombres. Entidades que han sabido rentabilizar y optimizar su inversión para multiplicarla. Un duelo esperado, por qué no decirlo. Y que, a buen seguro, se plantea como uno de los más atractivos de esta ronda.

Pero cuidado. Por asequible que parezca, los de Ranieri son un hueso duro al que hincarle el diente será difícil. Convendría no dejarse engañar por la posición que ocupa a día de hoy en la tabla clasificatoria inglesa, donde ni mucho menos se acerca a la gesta del año anterior. Los expertos argumentan esa caída clasificatoria por la propia Champions. La participación en la Liga de Campeones y la intención de llegar lejos en la mayor competición de clubes del mundo parece haberles despistado más de la cuenta en la Premier. Pues con más motivo habrá que esperar de este duelo algo más de dificultad de lo que puede parecer a priori. Por si fuera poco, el factor campo está a favor de los ingleses, que jugarán la vuelta en su casa.

Sin embargo, y a pesar de todos esos argumentos, el novato en estas lides es el equipo inglés. El Sevilla está curtido en mil batallas y ha demostrado doblegar sin piedad a rivales de enjundia en grandes eliminatorias y finales que guarda la retina del sevillismo. Ese también debería ser un factor a tener en cuenta, aunque eso no sea sinónimo de confianza o relajación. Ni mucho menos. Los dos se respetan lo suficiente y saben del potencial del que se pone enfrente. Este también puede ser un hándicap decisivo. Ojalá el descaro mostrado por ambos en ocasiones anteriores depare un duelo tan atractivo como parejo, que tarde o temprano tenía que llegar.