El verano no perdona

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24 jun 2017 / 16:57 h - Actualizado: 24 jun 2017 / 23:35 h.
"La trastienda hispalense"

El verano llegó a Sevilla retrasado, como siempre, haciéndose el despistado, a sabiendas que San Román y San Leandro, San Julián y San Bernardo, van a decir, como siempre, qué caló más grande, Dios mío, el tiempo está que no hay quién lo entienda...

Y el verano, tocado con Panamá de paja y con su guayabera blanca, como Pepe Marchena, nada más llegar, se va a la plaza de los Carros y en el mostrador de Casa Vizcaíno se refresca el gaznate mientras se jarta de reír de las cantinelas propias de to’s los que no se acuerdan de las tormentas con lluvias de calamares fritos que, desde la primavera, nos avisa que el verano no perdona... Que los cantares de «al polo, al pochicle, al napolitano y al helado merengado» ya vienen caminando por las umbrías de la nostalgia. Que a mí no se me olvida nunca que el verano huele a floid en el Circo Mónaco viendo al Tagua contra el Enmascarado de Plata ni el calor que pasé viendo El hombre de las pistolas de oro en el cine Bosque.

Porque el verano llega rodeado de un séquito exclusivo de colores y fragancias... El verde pistacho de los higos chumbos de piteras béticas, el olor indiscutible del tinglado de los melonares, de calá y prueba, que florecían en nuestros barrios, los sudores festeros de las Veladas de San Juan y San Pedro, el Arenal y Santa Catalina, las damas de noche con moñas de jazmines blancos como las camisetas de tirantas de nuestros parroquianos, multicolores las murgas de Manolín, Escalera, Oliveira y Pepineti entre aromas de aguaores con búcaros y cántaros lebrijanos, agüita clara de los grifos de calle Betis, perfumada por sardinas asás, entre cartuchos de camarones y almendras amargas.

Verano de Sevilla, fuego y hogueras, de Sanjuanes que brillan por la Alameda... Cosas perdías como el bar de Frasquito y su mancebía. Verano de Sevilla y Aznalfarache, San Juan se va de feria con «El Remache»... Negro trilero, conchabando jurdores sobre un tablero. Verano de Sevilla bajando el puente y un tanque en el Bar Jota de calle Oriente... ¡Qué bien tiraos, los tacos salaítos de bacalao!

Verano de Sevilla y la Magdalena, San Pablo, Pepe Pinto y el gran Mairena... De recogía, verídicas historias, Paco Gandía. Verano de Sevilla, ole con ole, Protasio, Mariano y sus caracoles... El Pumarejo, de tángana y corrales rancios y añejos. Verano de Sevilla, nunca te olvides, que ya viene avisando por los abriles... Gloria bendita, cazando zapateros sobre cañitas... ¡Ojú que caló!