Emociones

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04 oct 2017 / 23:07 h - Actualizado: 04 oct 2017 / 23:07 h.

Desde hace ya bastante tiempo el discurso político español está únicamente dirigido a una creación de emociones en los ciudadanos. Están usando las herramientas narrativas que el teatro o el cine llevan practicando desde el inicio de los tiempos. No desarrollan para nada un discurso de información, con propuestas racionales a los ciudadanos.

Esto nos sitúa en una espiral de banderas: lo importante es MI bandera, MI país, MI pueblo?no es importante aquello que nos permite ser humanos la convivencia en grupos sociales construidos y complejos sobre una serie de principios y fundamentos que nos permiten creen en nuestra humanidad como sociedad.

Es consecuencia esta forma de fabricar el discurso político lleva al exceso que nos conduce a un enfrentamiento dialéctico que no tiene capacidad de generar sendas de acuerdos o al menos de diálogo. Obviamente lo importante no es la narrativa que los políticos nos lanzan para manipular nuestras emociones. Previamente a sus palabras se realiza el análisis, toma de posiciones y decisión política para fabricar las palabras que nos quieres hacer creer, para que puedan cumplir sus decisiones, sus políticas.

Esta actuación es poco diferente para los de «presunta izquierda» o de «confirmada derechas», pues donde unos ponen patria otros ponen libertad, donde unos dicen bandera otros dicen solidaridad. Todas grandes palabras, que nos mueven y nos conmueven en nuestros pensamientos.

La situación de Cataluña cada vez logra apartar a los ciudadanos de los verdaderos problemas de la sociedad: la perdida de la igualdad, la falta de una administración eficiente, de una clase política colectivamente honesta o de una falta de distribución de la mejora de la economía.

Cataluña no es el problema. Es un problema que han logrado entre unos cuantos convertir en el problema con MAYÚSCULAS, al igual que durante muchos años el primer problema percibido por la sociedad era el terrorismo y hacernos olvidar los verdaderos problemas de una sociedad y de un país, a la par que crear una angustia en la sociedad .

Tensión social y política que nadie quiere resolver pues a nadie le interesa aparecer como el político o política que diga lo que todos sabemos: que esto solo se resuelve negociando sin condiciones previas ,con tranquilidad, con tiempo y sin las amenazas de algunos radicales de llevarnos al extremo de la confrontación física para cumplir sus fines políticos.