Existen fondos de inversión que invierten en renta fija, en renta variable o mixtos. Los fondos de inversión prudentes suelen ofrecer rentabilidades por encima de la inflación, aunque se trata de rentabilidades no garantizadas.
Podemos invertir nuestros ahorros en Deuda Pública, emitida por el Tesoro, en forma de Letras, bonos u obligaciones. En este caso tendremos garantizada la rentabilidad, aunque no la rentabilidad real. También podemos invertir en deuda corporativa de empresas, es decir, prestarle nuestros ahorros a empresas y el interés que nos ofrecerán también está pactado previamente. En cualquier caso es importante dejarse asesorar por expertos en la materia.
Otra forma de inversión es la renta variable, me refiero a la compra de acciones que cotizan en la bolsa de valores. Esta es la forma más rentable de invertir pero también conlleva mayores riesgos. Tampoco existe cantidad mínima para invertir en acciones, ya que se puede comprar una sola acción y algunas de ellas cotizan por debajo del euro. No obstante, hay que tener en cuenta que al comprar acciones en la bolsa de valores hemos de pagar unas comisiones de intermediación. Podemos comprar acciones en renta variable española, europea, norteamericana o en mercados emergentes. Productos de mayor riesgo son los derivados financieros entre los que encontramos los futuros, opciones, warrants, CFDs, etc. Se puede invertir en estos productos con cantidades muy pequeñas debido a su gran apalancamiento, pero hay que tener mucho cuidado ya que son productos de alto riesgo y la posibilidad de perder nuestros ahorros es muy elevada. En cualquier caso, decidamos lo que decidamos, lo más recomendable es diversificar nuestra inversión, con esto quiero decir: invertir en varios productos distintos y en mercados distintos, en la medida de lo posible. No hay productos perfectos, pero si existen productos más adecuados a nuestras necesidades. .
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