En el horizonte

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03 oct 2015 / 23:56 h - Actualizado: 04 oct 2015 / 11:26 h.
"Cofradías","Siempre de frente"

Cuando el otoño empieza a hacerse notar, la Semana Santa de 2016 va tomando forma. El lunes conocíamos que el arquitecto César Ramírez pintará el cartel anunciador de nuestra fiesta más universal. Ayer, el Consejo de Hermandades presentaba al pregonero: el cantante y compositor Rafael González-Serna –autor del himno del centenario del Betis— cantará en el atril del Maestranza a los titulares de nuestras cofradías el Domingo de Pasión. Una elección muy aplaudida en las redes sociales que sólo recibió una crítica. Y no hacia el pregonero, que, tras su trayectoria en otros atriles, parece incuestionable, sino hacia el propio Consejo que ha dejado pasar una vez más la oportunidad de abrir una nueva puerta en nuestras cofradías: ¿para cuándo una mujer? Ya será otro Consejo y no el actual de Bourrellier —ya veremos si se presenta a la reelección frente a Joaquín Sáinz de la Maza— el que baraje en su terna nombres femeninos que también pueden engrandecer esta fiesta.

Lo que sí parece decidido a afrontar el equipo de Carlos Bourrellier es la configuración de la Madrugá para la próxima Semana Santa. Ciertamente, la Carrera Oficial necesita una revisión en profundidad y la cuestión de la seguridad —que se ha ido sorteando hasta ahora parece más por milagro que por la efectividad de las medidas adoptadas— no es baladí. La propuesta de Jesús Creagh —hoy pueden leer una entrevista con este veterano cofrade en las páginas de Más Pasión rubricada por José Gómez Palas— se antoja demasiado ambiciosa, con cambios de días de muchas hermandades y ya no sólo de orden, con ampliación de la Carrera —que arrancaría en Martín Villa— y cambio de ubicación de hasta de los palcos. Y algunos ya le han encontrado ciertas lagunas.

Mucho más simple y práctica parece la propuesta del vicepresidente del Consejo, Manuel Nieto, que ayer avanzaba el Cuerpo de Ciriales en estas páginas. Basta con que el Calvario y la Macarena intercambien sus puestos para que despejen los tapones de una noche que cada año se alarga más. Las tres cofradías de negro pasarían juntas, una detrás de otra por la Catedral, y las Esperanzas se darían la mano. Tiene también sus inconvenientes: el Calvario iría prácticamente todo su recorrido tras el Gran Poder, aunque evidentemente, al ritmo del Señor de Sevilla, no le supondría ningún retraso; y Los Gitanos tendría que asumir, me temo, muchos más minutos de retraso que el resto porque, sin la presión de las de ruan, las de capa se relajarían más. El Consejo prevé un nuevo reparto de los tiempos, aunque no tan holgado como el que se manejó la pasada Cuaresma. Así que, en realidad, la única incógnita, que parece tener resuelta Nieto, es: ¿querrá la Macarena ceder un puesto más? ~