Escalera vs. ascensor

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21 may 2017 / 08:58 h - Actualizado: 21 may 2017 / 09:00 h.

Confieso que cuando escuché el titular en los informativos lo primero que pensé es que somos un país de holgazanes: «España es el país con más ascensores por habitante del mundo». Del mundo. Me dije con lo bueno que dicen que es subir escaleras y aquí no hacemos ni el intento.

(A propósito: en los hospitales públicos han puesto unos carteles animando a los visitantes a utilizar las escaleras en vez de los elevadores, no sé si por promover hábitos saludables o porque con la masificación un día se va a morir un enfermo esperando un ascensor vacío para que entre la camilla. Pero me quería referir a que el mensaje de estos anuncios no es precisamente una exhibición de ingenio divulgativo: «¿Sabe que subiendo las escaleras gasta usted cinco veces más calorías que en el ascensor?» Toma. Cinco veces más calorías que ninguna. ¿Cinco calorías?)

Tengo entendido que está bastante sobrevalorada la influencia del uso de las escaleras para perder peso y que, según los estudios de reputados investigadores, subir al día cinco pisos, al cabo de cinco días quema una media de... 302 calorías. La friolera de 43 gramos de peso. Con el tiempo que sobra en los hospitales para hacer cálculos... ese eslogan ya les digo yo que no es un acierto. Ya podrían haber hecho hincapié en los beneficios cardiorrespiratorios, o articulares o los que sea que tenga la escalada, pero con lo de las calorías han patinado).

Y volviendo a lo que nos ocupaba al principio, que no quiero perder el hilo, resulta que aquí tenemos 20 ascensores por cada mil habitantes, mientras que en Estados Unidos, por ejemplo, la proporción es de 2,8 por cada mil personas. En mi ignorancia creí que se debía a una cuestión perezoso-cultural, pero en realidad se debe a las condiciones socioeconómicas del país. Sencillamente, aquí el 66 por ciento de la población vive en bloques de pisos mientras que en Europa sólo es el 46 por ciento y en Estados Unidos, la repera, el que no vive en una casa con jardín es un cero a la izquierda. O sea, que no por nada España es el paraíso de las empresas de ascensoristas, se trata sencillamente de que vivimos más apiñados. El desarrollismo de los años sesenta, que provocó el éxodo del campo a la periferia de las grandes ciudades y la Ley de la Propiedad Horizontal, que favoreció la inversión en bloques de pisos como una solución barata para dar cobijo a esa avalancha de trabajadores, fueron la base del modelo urbanístico denso que predomina en nuestras ciudades.

Una ventaja: el sector de los ascensores genera un negocio anual en torno a los 2.200 millones de euros y cerca de 20.000 empleos directos. No todo iba a ser la cutrez nacional, aunque ya les informo, en Europa los únicos países en los que el porcentaje de viviendas en bloque se acerca al nuestro son los de la órbita de la antigua Unión Soviética, que ya saben que en hormigón gastaron lo suyo.

En fin, que si encuentran una ganga de un piso sin ascensor no lo dejen pasar, porque subiendo escaleras no es que vaya a adelgazar, pero al menos se burlará de las estadísticas. Y, en última instancia, le proporcionará trabajo a las empresas que los instalan.