Gloria bendita

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23 abr 2016 / 21:07 h - Actualizado: 23 abr 2016 / 21:37 h.
"Cofradías","Una luz en la ventana"

Pasa el tiempo rápido, de manera que hace que vivamos y soñemos las cosas con la velocidad de los besos fugaces antes de partir en tren. Vienen los nervios, con esa cálida sensación que nos atrapa y emociona, cambiando completamente nuestro estado de ánimo. Puedo decirles, que desde ayer es lo que me pasa. La noche es una interpretación subjetiva que se puede adivinar a través de los negros y los grises, con la melancolía de acabar con lo que empezó a primera hora de la tarde. Es cierto que la nostalgia acumula en el recuerdo aquellos momentos donde fuimos eternamente felices. De nuevo, queda impresa la estética barroca de la luz, sobre todo, del cajón de sastre que siempre contiene una solución a la enmienda propuesta. La Salud, la Virgen de todos los Santos y la Pastora primitiva, como ejes de una pirámide de tres puntos, que bien resume el periodo letífico. Tres estaciones, Sevilla mariana. La primavera, el verano y el otoño. La muralla, la custodia de la ciudad. Es María quien nos protege, Sevilla Tierra Santa. En la ciudad nunca cae la noche porque son las luces de las Glorias. Es la luz de la ciudad cuando todo está perdido y a la vez ganado. Tres hermandades que dicen mucho de lo que vivimos por todos los rincones de una Sevilla que habla de barrios, devociones y mucha fe.

La noche es una silueta que embarga el porvenir del que la mira y la escucha. Repentinamente, en la esquina, hay luz en el candil perpetuo de las Glorias. Estampa antigua, remota en los siglos de historias que a veces se olvidan. Imágenes con unción sagrada que remueven los corazones intransigentes de estos tiempos. Espejos donde alcanzar la plenitud de la belleza y servidumbre de mujer para con los más desfavorecidos. Son las Glorias que recuerdan a todos el bagaje acumulado, la impronta, la idiosincracia que llevan a gala en cada paso que dan. Con sus simpecados, sus faroles y esas filas de hermanos orgullosos de haber compartido la suerte de ser de Gloria.

Lo ha bordado. Miguel Ángel González Romero lo pinta así. Es el cartel de las Glorias de Sevilla 2016. Una visión hasta ahora oculta solamente en quien conocía la recogida de una de ellas. El genio del artista que ha sabido decirnos con adelanto, que vienen de nuevo para llenarnos de alegría y gozo. Gracias por dejar todo lo que tenías, por no guardarte nada. Hay luz divina en sus manos. Y sobre todo, un alma que busca expresar lo que siente. El alma que resplandece en Sevilla por primavera. La ciudad que para siempre, llevará el apellido Gloria en cada una de sus letras. Gloria bendita.