Generalmente, los pequeños y medianos inversores, cuando acuden a la Bolsa lo hacen invirtiendo en acciones del Mercado Continuo español y, preferentemente, en las que forman parte del selectivo Ibex35, formado, como su nombre indica, por los 35 mayores empresas de la Bolsa de Valores española entre las que se encuentran los denominados blue chips que así se conoce a las mejores empresas de nuestro país, tales como Repsol, Telefónica, Santander, BBVA, ect).
Como consecuencia del boom de la informatización y gracias a la aparición de internet y del nacimiento y popularización de las plataformas de contratación bursátil on line entre la masa de inversores que facilitan los grandes brokers a sus clientes de forma totalmente gratuita, hoy en día es fácil para el inversor particular llevar a cabo la contratación de valores no solo de nuestro mercado nacional, sino también de aquellos que cotizan en mercados extranjeros.
La principal ventaja de invertir en otros mercados distintos del español
estriba en el hecho de que aumenta la diversificación geográfica y con ello disminuye el riesgo de nuestra cartera de valores. Igualmente, se puede acceder a empresas de otros sectores que no cotizan en la Bolsa española.
La única desventaja apreciable, se encuentra en el hecho de que, generalmente, las comisiones que se pagan por la compraventa de acciones en mercados extranjeros suelen ser algo más elevadas. Asimismo, las comisiones de mantenimiento y retenciones en origen cuando se reciben dividendos suelen ser más caras que en España (19%), siendo la retención de Alemania de un 27% y un 30 % en Francia.
El mercado Eurostoxx50, donde cotizan las 50 mayores empresas europeas -SAP, Phillips, Siemens, Allianz, Deutsche Bank, etc- y los valores que conforman los mayores índices americanos -Dow Jones, Nasdaq y S&P500- donde encontramos empresas de la talla de Microsoft, Google, Coca Cola, etc., son mercados muy interesantes a la hora de diversificar internacionalmente nuestra inversión.
Más información: www.abcbolsa.com