La ciudad saludable necesita más verde

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19 nov 2017 / 18:31 h - Actualizado: 19 nov 2017 / 18:32 h.
"Medio ambiente"
  • La ciudad saludable necesita más verde

El modelo del alcalde de Sevilla denominado Ciudad Saludable es un gran acierto para la ciudad. Un modelo concreto para una ciudad que quiere y necesita mejorar, del que actualmente se plantea una experiencia piloto en la Avenida de El Greco, por acuerdo entre el Ayuntamiento y Emasesa. Se ha hablado anteriormente de la ciudad de las personas, la ciudad habitable, la ciudad medioambiental, y otras denominaciones. Pero considero que nunca se ha planteado en Sevilla un modelo real, concreto, creíble y preciso, que contemple la transición hacia una verdadera ciudad saludable, ecológica y social, con un modelo único conceptual aplicado a la realidad concreta de los barrios; un modelo global de mejora ambiental con proyección local.

La ciudad debe tener un modelo, una forma de actuación que, alejada de lujos y excesos, sea creíble para cada ciudadano de forma que la pueda ver materializada en su propio barrio. ¿Qué es lo esencial para una ciudad como Sevilla? Aire limpio, sombra, seguridad vial, presencia de agua, ruido atenuado, zonas de paseo tranquilo en soledad o en compañía, parques y espacios sociales de estancia y convivencia. En la ciudad hay personas que viven en sus barrios cada día del año y necesitan un hábitat amable y saludable donde vivir y convivir. El árbol es un bien esencial de la ciudad; en general su sistema verde o infraestructura verde. El sistema verde es esencial para la salud urbana.

La salud en las ciudades, entendiendo por salud no la mera ausencia de enfermedad sino también el bienestar y la calidad de vida, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se ha convertido hoy en una grave preocupación. El modelo de Sevilla se llama Ciudad Saludable y es un modelo que aglutina la ecología, el urbanismo y la salud, como pilares esenciales. Un modelo en desarrollo que necesita en su evolución futura en esta ciudad congregar adhesiones e ideas, provenientes de muchos campos del pensamiento, en un marco de gobernanza innovadora, de acuerdo con el alcalde de Sevilla, don Juan Espadas.

Las diferencias entre barrios deben ser tenidas en cuenta en cualquier planificación. La ciudad saludable es necesariamente biofílica. Una ciudad biofílica es aquella donde la naturaleza se percibe de forma continua a través del sistema verde de la misma, generándose efectos positivos para la salud y la calidad de vida. El modelo de Ciudad Saludable de Sevilla incluye la biofilia como un valor importante. Las ciudades saludables, que deben ser biofílicas, son medioambientalmente sostenibles y resilientes a las perturbaciones, definibles como ciudades ecológicas, sostenibles y sociales. Sobre la cuestión de las ciudades biofílicas, de acuerdo con el modelo de Teresa Figueroa-Luque, volveremos en esta tribuna.

Ciudades con aire limpio, infraestructuras eficientes energéticamente y amplios y accesibles espacios verdes, que generen salud y bienestar a los ciudadanos, pueden atraer también más inversiones y negocios necesarios para una economía distribuida y circular, donde se cree más trabajo y se favorezca el comercio de proximidad, ofreciéndose oportunidades para las personas, permitiendo una mejora en las relaciones interpersonales y la inclusión social, de acuerdo con el modelo Ciudad Saludable.

La función del sistema verde incluye muchas cuestiones: incrementar la belleza de la ciudad y su paisaje; mejorar la salud personal tanto física como psíquica; reducir la contaminación por ruido, gases y partículas; mejorar el microclima urbano; mantener e incrementar la biodiversidad; suministrar oxígeno mejorando la calidad del aire; secuestrar dióxido de carbono o atenuar el ruido en la ciudad, como pusimos de manifiesto en la Reunión Internacional Agua, Paisaje y Ciudadanía, organizada por el Ayuntamiento de Sevilla y Emasesa, la pasada primavera.

El alcalde de Sevilla ha anunciado actuaciones en muchos barrios de la ciudad. Bienvenidas sean porque son necesarias tras años de olvido y abandono. No es adecuado tildarlas de electoralistas cuando son tan necesarias para las personas. En muchos barrios de Sevilla viven personas que no tienen las comodidades que hay en otros barrios en forma de mobiliario público o infraestructura verde. Se anuncia un nuevo bulevar en la zona de Torneo, también bienvenido sea, pero que se diseñe con cabeza y sin perder los principios que inspiran el modelo de Ciudad Saludable; y sin olvidar los barrios olvidados.

El trazado del tranvía constituye una oportunidad de hacer un nuevo modelo ecológico para Sevilla, no perdamos la oportunidad. Recientemente hay una nuevo debate ciudadano en relación con la calle Amor de Dios. Hay un colectivo que, con gracia, dice: «¡Árboles por Amor de Dios!». Magnífico juego de palabras. Como principio, nosotros somos partidarios de árboles por todos sitios, un principio biofílico, siempre que sea posible, y con el árbol adecuado. En algunos enclaves el árbol se vuelve imprescindible. La calle Amor de Dios es moderadamente estrecha y bordeada por edificios altos, lo que da una sombra sólida razonable la mayor parte del día y del año. En esta calle el árbol como protector por su sombra no es tan esencial, lo cual no quita que pudiera ser deseable su presencia para consolidar una ciudad arbolada en todos su itinerarios. Además no olvidemos que el árbol limpia la atmósfera urbana, no solo tiene la función de sombreado. Es un tema a valorar, si hay lugar en el proyecto planteado. La ciudad la construimos entre todos como un bien común, es un hecho que nos refuerza como colectivo social. Hay que pensar en la anchura de las aceras y la presencia de bancos, sobre todo cuando conceptualmente unen zonas peatonales, constituyendo un perfil paisajístico homogéneo de uso, es decir, paso y estancia.

El árbol, siempre necesario, es más imprescindible en unas zonas que en otras. Lo que sí cuestionamos es el modelo de plataforma única. No es seguro ni para los peatones ni para los ciclistas. Siempre hemos defendido la cohabitación de peatones y ciclistas desde un modelo de la mirada mutua comprensiva. Pero no consideramos que sea conveniente ni segura la plataforma única con los vehículos a motor. El coche debe estar separado, si bien los pasos entre aceras sí deben ser de plataforma única; el coche cambia de nivel, el peatón no. Es un tema que el Ayuntamiento debe meditar y seguir consolidando el modelo necesario de Ciudad Saludable que defiende Juan Espadas para Sevilla.