La vida del revés

Lo bueno y lo rentable

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11 jun 2019 / 08:00 h - Actualizado: 13 jun 2019 / 07:16 h.
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  • Lo bueno y lo rentable

No sé en qué momento sucedió, ni cómo paso algo así, ni el porqué. El caso es que un buen día nos dimos cuenta de que el mundo era mucho peor, que buscando la rentabilidad se habían perdido gran parte de las cosas buenas.

De un tiempo a esta parte, que las cosas sean buenas o que las cosas sean malas, es lo de menos. Que la sanidad sea universal y gratuita es algo parecido al pecado original o algo así. Que los colegios públicos asuman la gran responsabilidad de una enseñanza laica, para niños nacidos en España o en cualquier otro lugar del mundo, se ha convertido en una especie de lujo que no nos podemos permitir. Aquí solo encontramos dinero para montar elecciones, rescatar a la banca o para pagar la nómina a un número de políticos que en el resto de Europa observan con estupefacción.

Parece que el mundo solo puede ser un lugar maravilloso para vivir si las grandes corporaciones del mundo ganan dinero, sea como sea.

Rentabilidad. Esa es la palabra clave, mágica. Todo debe ser rentable. Si es una auténtica mierda da igual. Aquí manda el dinero. Un ejemplo. Por lo que parece, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) va a presentar un informe en el que propone no repartir el correo a diario en algunos puntos de España, en el que dice que la reorganización de Correos pasa por la «flexibilización en las obligaciones de servicio público»; es decir, que si los ciudadanos necesitan que se preste ese servicio a diario, da igual. Llegarán los despidos, el cierre de oficinas y un plan pensado por no sé quién en el que se dirá cómo ha de ser Correos para ser rentable. El servicio que presta Correos es público y debe ser bueno, sobre todo bueno. Si, además, es rentable, mucho mejor.

Ya he dicho alguna vez que, puestos a ser rentables, podríamos dedicarnos como país al tráfico de armas, al de órganos, al de mujeres o al de drogas. Esto deja pasta a espuertas. Que alguien avise a los señores de Airef, que alguien les diga que tenemos un plan que convertirá España en el país más rentable del planeta. Es verdad que, también, en el más asqueroso. Pero da igual. Rentabilidad, rentabilidad...