Manuel Molina

la trastienda hispalense

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24 may 2015 / 16:10 h - Actualizado: 24 may 2015 / 16:11 h.

Te llevaste el bronce de tu vida, Manuel, el que fraguaste bajo el yunque de tu magia, ascuas de versos, fuego de besos, gracia... Gracia innata que Dios solo da a quien arrulla en un moisés de coplas con sonajero de tangos y encajes de soleá... Caminito del portal, adoración de gitanos, suspiros de libertad. Tres versos que se conjuran en el Belén de Santa Ana para mecerle la cuna. Que este niño tan moreno, yo te lo juro, María, es gitano canastero.

Tierra, agua, sangre, cielo, bulería, caramelo, flor de barro y de mantillo, cisco y carbón, brasero, canela dulce, barquillos, sopicaldo del puchero y garañón con carrillo de pregón tripicallero. Tardón de sueños y tangana en la plazuela cual librillo de petacas, piola, catón, escuela, la siesta de afable hamaca y la juerga de un bautizo de perros gordos de plata.

Te fuiste como los aceituneros que recogen la oliva entre cortijos blancos, como los comparseros que cantan al mundo con muy buen humor, como los caballeros que bailan sus jacas españoleando, como los chanqueteros, furtivos marinos, amigos del sol.

Te fuiste como los vendimiadores que pisan la uva al son de cantares y como los mineros que esconden sus vidas de negro carbón, como los pescadores de barcas y redes, soñando en los mares que bañan Andalucía, Triana, tu patria, tu fe y tu pasión.

Te fuiste como los viejos juglares que cantaban sus coplas por calles y plazas, como los pregoneros que entregan el cielo, cantando su amor, como los bandoleros de honor y de casta, de sangre y de raza, la misma que tus gitanos, sonanta y quejío de sal y de sol.

Te fuiste como los peregrinos llevando promesas por verdes caminos y como los pastores, errantes ascetas de gaita y zurrón, donde guardan sus sueños de versos y cantos, de pan y de vino que alegran Andalucía, Triana, tu patria, tu fe y tu pasión.

Te fuiste como el tambor y la flauta que van pa’l rocío, tocando plegarias de amor, al son de los pasos de un palio, saeta y rosario, rezando al Cachorro de tu Expiración, te fuiste con Farruco y con Paco, Romero y Matito, el Silvio y el Tele, Manuel Marinelli y el gran Camarón, te fuiste con Giralda en tu maleta, sobre una cometa que lleva ese son de tu corazón... «Todo es de color».

Y cantando «rumores», Jesús de la Rosa, Triana «en el lago» de las mariposas que Carlos Cano pintaba de verdes y blancas, la gran sinfonía de tu Andalucía, tu patria y tu raza... Espérame siempre, Manuel, en la puerta de tu casa.