Pluma morada de luto

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07 mar 2016 / 20:27 h - Actualizado: 07 mar 2016 / 20:24 h.
"Cofradías","Opinión"

Todavía no me creo que te hayas ido para siempre. Braceando en el hondo mar de pena que nos ha dejado tu ausencia, son muchos los recuerdos que se me vienen a la memoria y otros muchos los amigos comunes que, recuperando antiguas fotografías y rememorando conversaciones inolvidables, me hacen seguir teniéndote muy presente. Fernando Carrasco, compañero y sin embargo amigo, lo que para mí es como decir más que amigo si tenemos en cuenta lo cainita que es y la de ombligos que alimenta esta absorbente profesión que nos unía, una de nuestras pasiones. Había más, muchas más. Los toros: y así te veo en Olivenza en el arranque de la temporada cuando a la hora del almuerzo cruzábamos la frontera con Portugal y nos poníamos de grana y oro en el restaurante El Cristo de Elvas; o en tu grada maestrante del 2 cuando, si al torero de turno no le iban bien las cosas, nos buscábamos con un simple gesto para sacar el capote de la elegancia y jamás cambiarlo por el de la acritud; o en el palco de prensa del onubense coso de La Merced o en El Puerto o en Utrera o en Sanlúcar, donde si algo dejaban claro tus ¡oles!, siempre justos y oportunos, era tu gran afición. Las cofradías: en las que con tus formas y sobre todo con tu fondo, con tu buen fondo, fuiste referente para los que empezábamos en este mundillo, siempre dispuesto a dar un consejo, a colaborar con un comentario, a hacer piña en el colectivo de la prensa cofradiera, que con esa sana intención es como nacieron aquellos encuentros de La Pluma Morada –una especie de tertulia cofrade un tanto sui géneris– con nuestro Manolo Ramírez como gran anfitrión en su rincón gastronómico de la calle Ancha de San Bernardo y en la que incluso llegamos a instituir una distinción que hoy, lógicamente, está de luto. Y los amigos: y aquí no puedo más que darte las gracias porque esa política tuya de brazos abiertos me ha permitido seguir cultivando amistades ya existentes –siempre fue un gustazo confluir contigo y con mi compadre José Enrique Moreno, Pepe Gómez Palas, Carlos del Barco, Agustín Arjona, Juanito Belmonte– y gozar de otras nuevas como las de esos parroquianos de Casa Arturo, en Sevilla Este, que tanto te estarán echando de menos: Pepe Renault, Rafa Cascón, Juanlu Muñoz... En cuanto vaya, te buscaré en algún rincón de cielo y brindaré por ti con nuestra rubia preferida. ~