No todo vale

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25 feb 2017 / 18:02 h - Actualizado: 25 feb 2017 / 18:02 h.
"Cofradías"

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Vivimos en el tiempo de ataviar imágenes. Todo es posible con el verbo ataviar. Y la verdad es que el asunto va para largo. Es la hora de cambiar a las vírgenes. Llega la Cuaresma. El mal de nuestra sociedad es quedarse con lo de fuera y no ver lo de dentro. No valorarlo más bien. Porque no es importante. Los sellos de las hermandades se pueden cambiar de un plumazo por un movimiento electoral o por un capricho, que los hay muchos. El compadreo. Ya sabes de lo que te hablo. Pero durante décadas el hombre de siempre, la mujer del barrio y toda una generación de personas, habían rezado a una imagen que sigue siendo la misma pero que asombrosamente ahora se parece a veinte más de la ciudad. Es época de tristeza. Y no escribo este artículo para hacer un alegato contra nadie, la verdad habla por sí sola.

Solamente hace falta un paseo por Sevilla para darse cuenta de que las modas –las malditas modas– han llegado e irrumpido para quitarnos la esencia. Porque no todo vale. Porque no se puede sobresalir con una imagen por encima de la imagen. Porque hay que decirlo. Porque haber visto foto de imágenes vestidas por Fernand, Paco Morillo o Pepe Garduño, no te convierte en recuperadores de estilos infundados en papeles y creaciones. Porque la Virgen tenía que estar guapa. No sofisticada, ni glamurosa ni nada de cosas parecidas a la pasarela Cibeles.

Se está perdiendo el alma, esa que muy pocos privilegiados tienen. Y las cosas no se suelen aprender de mayor o así la experiencia nos demuestra como diría Inmaculada Cáliz... que el arte es cosa del parto. ¿Qué está pasando? Eso me pregunto. Pues que hay entendidos de todo y de nada, que hablan intentando poner de moda cosas que nunca lo fueron, porque no tuvieron base.

Que adoctrinan y pontifican por donde quieran que van y sus amigos de los amigos de sus amigos, tienen que pensar como ellos, para ser amigos. ¿Por qué? Porque antes se tomaba algo en un bar para aprender y hoy hay demasiadas tertulias de gobierno que son portadores del paradigma del gusto sevillano. Esto pasa en Sevilla, en Jerez de la Frontera, en Andalucía y en Salamanca, donde han puesto el acento. Eso es lo que están viendo de nosotros. Eso es lo que estamos exportando.

Y ahora cuando termines de leer esto, pues me das la razón o no. Te invito a que te vayas a tus redes sociales. Hay muchos entendidos. Ahora te pregunto... ¿Al buen ataviador quien lo desataviará? Pues el tiempo. Porque lo malo se destierra y lejos. Y el arte prevalece, aunque lo enmascaren.