Rocío: Navidad en Sevilla

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10 dic 2016 / 19:43 h - Actualizado: 10 dic 2016 / 20:34 h.

Aún recuerdo el peso de su paso en los hombros aquel diciembre de glorias. La noche fue el preludio de una historia de amor que día a día se alimenta de recuerdos, besos y de sentimientos que se agrandan para hacerse impensables. La hermandad de Sevilla abre las puertas de la Navidad en Sevilla. Y aviso pronto de lo que queda por venir, para que no se lo pierdan. Marcos Cañadas, su hermano mayor –cofrade excelente y mejor persona– nos va a guiar por los senderos y caminos de la fe. El Salvador se inunda de la Virgen del Rocío para celebrar que Jesús nace. Y es que la Virgen –sagrario rociero– da a luz al hijo de Dios de manera que lo tengamos metido en el corazón. Si cerráramos los ojos, parece que la Patrona de Almonte ahora es dueña de todos los pensamientos, son las ilusiones del amor temprano con que nos bendice cada vez que la miramos a los ojos. La semana que viene, el día 17 no te pierdas el Rosario de la Aurora a partir de las nueve de la mañana. Del martes 20 al jueves 22 de este mes, su triduo, un momento especial para rezar ante la Blanca Paloma. Y ese mismo jueves, la procesión de la Virgen por la feligresía del Salvador.

Y te puede parecer raro, pero la Navidad se hace en los ojos de la Madre. En la música, con más de 20 coros de campanilleros y villancicos, que le cantan a la Madre de Dios. Plaza del Salvador-Cuna-Cerrajería-Sierpes-Sagasta y vuelta al templo. Itinerario definido para caminar con Ella. Luego, Besamanos. En su templete, con el cariño de las mujeres de la corporación. Con los besos y los abrazos que hacen que sintamos cerca el amor de Nuestra Señora. Los rocieros abren las puertas de todo lo suyo, para enseñarte el verdadero camino. La convivencia, el cariño y la ayuda, porque aunque no lo quieran decir, ayudan y mucho. Marcos, gracias. Y esperamos que con el paso de los meses, os volvamos a ver con la carreta, el sombrero y esas ganas locas por empezar a pisar arenas y veredas que nos lleven a la ermita del Rocío. Porque sois Sevilla, en repique de Giralda plateada y señorío por donde quiera que vayáis. Y animo a todas las personas que el día 22 vayan a estar en El Salvador, a entrar dentro de la Virgen, a sentirla, a quererla. A que descubran que El Rocío es una de las formas más bonitas que tenemos los cristianos de estar con Dios y su Madre, de hacernos personas y, sobre todo, de disfrutar de la suerte que no todos tienen. La Virgen nos regala un instante que queda guardado en la memoria profunda de las cosas que sabemos y no decimos pero que son para nosotros, parte esencial de nuestra vida. ¡Viva la Virgen del Rocío!