Es la onda para sintonizar mejor la inserción laboral de los jóvenes. La enseñanza más necesitada de autoestima. La prioridad educativa más postergada. La madre de todas las ‘marías’ en un país empeñado en desorientar y taponar a su juventud con los prejuicios y clasismos de hace medio siglo. Comienza el curso en regiones y ciudades españolas cuya cohesión social está truncada por el porcentaje de paro más alto de Europa, y la Formación Profesional no tiene quien le escriba ni un pregón, ni un ‘trending topic’, ni una ‘operación triunfo’ tipo ‘Master Chef’. En la escala social de valores solo es guay la condición de bachiller, solo presume quien se matricula en una carrera universitaria, aunque esté haciendo bulto en las aulas de una facultad que ni le va ni le viene porque no había plazas en la que era su primera opción. Cómo vamos a tener más profesionales en activo y dispuestos a comerse el mundo, cuando por inercia penalizamos el carisma de buen número de profesiones y las confinamos al callejón de los ninguneos.
La cerrazón es aún más paradójica hoy en día porque al fin se está abriendo paso en España el modelo de FP Dual, de tanto éxito en Alemania. Los itinerarios formativos en los que el 50% de la enseñanza se realiza dentro de empresas implicadas en esta dinámica de corresponsabilidad educativa. En España, la inserción laboral de los estudiantes cuyas capacidades son desarrolladas con la FP Dual supera en un 20% al promedio de quienes se titulan con los métodos de la FP usual. En Andalucía, la Administración tendría que sudar más la camiseta para acelerar la transformación del modelo, e involucrar a muchas más empresas de todas las capitales y comarcas en la impartición de las habilidades y competencias que necesitan en sus filas para dar la talla en el mundo real y global. Esto es un verdadero Pacto por el Empleo. Una alianza de la sociedad. Porque todos los estudios solventes acreditan que la deficiente capacitación de la mitad de la juventud es uno de los principales factores que mantienen de modo estructural la mayor ‘fabricación’ de parados a la española.
Sintonicen la FP Dual. En los hogares, en las aulas, en los consejos de administración, en las redacciones de informativos, en las conversaciones de bar, peluquería, sofá, asociación de vecinos o club social. Descúbranla, y coméntenla entre sus allegados. Hace falta mucho diálogo para desatornillar mentalidades. La encuesta que elabora anualmente la Cámara de Comercio de Sevilla sobre la empleabilidad de los adolescentes ha vuelto a evidenciar en 2017 que están a las puertas de la mayoría de edad sin tener ni idea del mercado laboral, que solo el 18% se plantea optar por la FP, y permanece el porcentaje predominante de padres que intentan influir en sus hijos para que aspiren a colocarse en la función pública. Con esas tres palancas de desorientación, seguimos demostrando como sociedad al apego a vivir dentro de un círculo vicioso de inmovilismo y frustraciones, porque no hay poltrona para tanto aspirante, en vez de afrontar el futuro cambiando de rumbo para ser una sociedad que intente basar su prosperidad en crear empresas e industrias para la economía global.
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