El primero de los criterios es el denominado del porcentaje, ya que frecuentemente se utiliza por los inversores un porcentaje del precio, previamente establecido para determinar si estos niveles de precios que suponen los soportes y resistencias han sido rotos. Normalmente, cuando se trata de soportes y resistencias importantes, se suele utilizar un porcentaje del tres por ciento del precio del valor o índice bursátil analizado. De esta manera, durante la fase al alza del mercado, el precio del valor o del índice tendrá, para dar fiabilidad a la tendencia alcista, que superar un porcentaje del tres por ciento el precio de la resistencia para que esta se considere superada. Por el contrario, para considerar roto un soporte, según este criterio, el precio deberá caer un tres por ciento por debajo de dicho nivel para considerar que el mercado ha cambiado de tendencia. Este porcentaje del tres por ciento no es estático ya que, puede variar a la baja cuando se trata de mercados bursátiles muy dinámicos.
Un segundo criterio es el del cierre diario, que establece que, para que se considere roto un soporte o una resistencia, los precios tendrán que cerrar por debajo, en el caso de soporte o por encima, en el caso de las resistencias, no considerándose válidos los rompimientos que tienen lugar en el intradía.
Por último, nos encontramos con el criterio basado en el volumen de contratación del valor en el momento del rompimiento. Así, se mantiene que si el mismo se lleva a cabo con un fuerte aumento de volumen, el mismo es fiable, no siéndolo cuando se produce con una disminución de la contratación del valor en cuestión.
Los soportes y resistencias son, por tanto, unas fantásticas herramientas para el inversor que, sin duda alguna, sin pérdidas de tiempo, debería aprender a calcularlas por sí mismo, sin tener que depender de terceros ni de programas informáticos de trading, cuya fiabilidad nunca es absoluta.