Supermercados libres de plástico

La producción global de plásticos se ha disparado en los últimos 50 años debido a su uso incesante en la mayoría de los sectores industriales, incluido el de la alimentación. Pero ¿es necesario que los alimentos estén envueltos en plástico?

Image
27 abr 2019 / 07:34 h - Actualizado: 27 abr 2019 / 07:36 h.
  • Supermercados libres de plástico

La concienciación de las personas de que el plástico es un material invasivo por su lenta degradación y alta contaminación para el planeta Tierra está en aumento. Según Greenpeace, la producción total de plástico en el año 2016 alcanzó los 335 millones de toneladas, a lo que habría que sumar las fibras sintéticas de la ropa, cuerdas y demás productos que, de forma conjunta, llegaron a representar 61 millones de toneladas. Pero, lo alarmante es que se estima que en 2020 se superarán los 500 millones de toneladas anuales, un 900% más que los niveles de 1980.

Los productos que consumimos diariamente vienen envueltos o fabricados con plástico. De hecho, España es el quinto mayor productor de este material en toda la Unión Europea, y es que, el mercado se extiende y el material más barato sigue siendo el plástico. Pero, además de barato, es flexible y versátil. La palabra “plástico” proviene del griego “plastikos” que significa que se puede moldear. Esto quiere decir que es un material maleable o con plasticidad, lo que permite que durante su fabricación pueda ser fundido o prensado, obteniendo de él, botellas, cajas, tubos, etc...

Este elemento se ha propagado hasta el mercado de la alimentación y, hoy en día, es fácil de encontrar “protegiendo” frutas y verduras en las estanterías y puestos de la mayoría de los supermercados. Cebollas, puerros, apios y hasta limones, son los productos que los consumidores pueden adquirir en bandejas de plástico. El caso de la fruta se ha elevado a otro nivel, ya que los supermercados ofrecen este nutritivo alimento cortado y envasado en plásticos infinitos listo para su consumo, aumentando el nivel de usar y tirar de dicho material.

Como muestra a la ciudadanía de nuestra huella plástica, la ONG ambientalista Greenpeace realizaba en el mes de enero de este mismo año un estudio sobre los niveles de plástico en varios de los supermercados más visitados por los consumidores. Para poder examinar la concienciación del uso del plástico en los distintos supermercados, se establecieron varios puntos evaluables en los que entraban el plan para eliminar plásticos de un solo uso (2025), si fomentan los envases reutilizables, no fomentan las falsas soluciones, si cuentan con fruta y verdura a granel, fomentan la venta a granel en otros productos, la eliminación de bolsas de un solo uso, la eliminación de otros plásticos de un solo uso que no sean envases, si son transparentes sobre su huella plástica, si trabajan con proveedores para eliminar los plásticos o fomentan envases 100% reciclables. El resultado es claro, solo 3 de los 8 supermercados aprueban y, los que lo hacen, lo consiguen con muy baja nota.

Desde la ONG advierten de que todos los supermercados tienen una nota baja ya que ninguno hasta ahora ha establecido todas las medidas necesarias para decir adiós a los plásticos de un solo uso ni a la cultura del usar y tirar, por lo que animan a la ciudadanía a firmar una petición que cuenta ya con 383.318 firmas para presionar a las cadenas de que tomen medidas ambiciosas, prometiendo revisar la investigación el año que viene y evaluar dicho compromiso.

Pero, la campaña más famosa alrededor de los alimentos envueltos en plástico es la denominada #DesnudaLaFruta, la cual reúne a distintas entidades cívicas y ecológicas que reclaman medidas efectivas y tasas disuasorias para frenar la proliferación de envases y embalajes de usar y tirar. La campaña, que comenzó el año pasado, contó y cuenta aún con una gran participación de la población, la cual se ha animado a subir a las redes sociales fotos de frutas y verduras envueltas de forma innecesaria en plástico.

Las consecuencias del uso de plásticos son conocidas por todos gracias a investigaciones científicas y a la evidencia visual que nos muestran cada día nuestros mares y océanos. El uso y “disfrute” de este material tiene efectos perjudiciales para el ecosistema. Algunos aditivos usados para la fabricación de plástico convierten en tóxicos a los alimentos con los que entran en contacto, provocando graves problemas de salud. Por otro lado, destruyen el ecosistema debido a que los microplásticos o fragmentos en los que se va dividiendo dicho elemento, contaminan los océanos con la acumulación de sustancias tóxicas que destruyen la vida animal y floral del planeta. De igual forma, no hay que olvidar la difícil eliminación del plástico, tardando en descomponerse más de 1.000 años.

Desde hace varios años y como alternativas a este uso indebido del plástico, han surgido alrededor del mundo varias tiendas y supermercados sostenibles vinculados al movimiento Zero Waste (Residuo Cero) que aboga por la reducción de residuos de todo tipo al mínimo posible. Dentro de este movimiento se le da especial importancia a la reducción del plástico desechable debido al gran impacto medioambiental que supone.

En el año 2017 abría la primera tienda de cero residuos en Reino Unido: Earth.Food.Love. En la tienda se pueden encontrar productos a granel que se compran sin bolsas. El cliente acude con un contenedor del tipo que quiera, lo llena del alimento que prefiera y se pesa. Todos los alimentos disponibles proceden de cultivos orgánicos, sobresaliendo por su nulo impacto al medio ambiente, por ser locales y sostenibles.

De igual manera, el año pasado se estrenaba el primer supermercado del mundo libre de plásticos en la ciudad de Ámsterdam. Una cadena holandesa especializada en productos ecológicos decidía abrir un establecimiento con más de 700 productos de alimentación y bebidas en los que se no se utilizan plásticos, bolsas y embalajes que tengan compuestos derivados del petróleo.

Ya en España, han sido varias las empresas que han innovado y seguido los pasos de los primeros precursores del movimiento. La tienda Yes Future en Barcelona, fue el primer supermercado en España sin envases, consiguiendo que el rastro de residuos de los alimentos sea cero. Pasta, granos de café, cerveza ecológica o vino, son algunos de los muchos productos que se pueden adquirir sin recurrir a ningún tipo de plástico, ya que los recipientes de cristal, las bolsas de papel o las botellas de cristal son las únicas opciones disponibles.

Teniendo como base el proyecto surgido en Barcelona, Unpacket abría sus puertas en Madrid, siendo ideado igualmente, como un supermercado libre de plásticos con una gran variedad de productos disponibles, como aceites, legumbres, pasta e incluso pajitas de acero inoxidable. Tanto a granel como envasado en otro tipo de material, el comprador puede adquirir todo lo que desea de una forma más sostenible, y es que, Unpacket nace con el objetivo de acercar una forma distinta de consumo, más consciente y respetuosa, facilitando el proceso de compra sostenible a todos sus clientes.