Los que lo hemos practicado o somos aficionados al fútbol sabemos bien lo que es un jugador de club. Aquel futbolista que, aun siendo un genio, solo da resultado en su equipo y pocas veces acaba en el Madrid o el Barcelona. Pondría como ejemplos al bético Rogelio o al sevillista Lora. Quizá Susana Díaz sea solo una buena jugadora de club, esto es, una estupenda lideresa del socialismo andaluz que nunca vaya a llegar a ser una lumbrera de la política en el ámbito nacional. Que le hayan bajado los humos en unas primarias a la secretaría general de su partido y que lo haya hecho un tipo como Pedro Sánchez que ha sido incapaz de tumbar aún a Mariano Rajoy a pesar de la corrupción de su partido, le va a servir para que se centre en Andalucía y evitar el descalabro total de su carrera política. Es innegable que ha quedado muy tocada después de su cuerpo a cuerpo con Pedro Sánchez, pero ahora tiene la oportunidad de volver a pensar solo en Andalucía, que es la región más grande de España, e intentar que sea un modelo a seguir. Luego que vuelva a soñar con lo que quiera.