Una medalla para Los Romeros de la Puebla

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02 mar 2018 / 21:20 h - Actualizado: 02 mar 2018 / 23:55 h.
"La Azotea"

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Cinco son las voces a las que cada 28 de febrero echo en falta sobre el escenario del Maestranza, donde se reconocen a los andaluces de bandera, como entre otros a aquellos que cantan desde Andalucía; Raphael, Miguel Ríos, David Bisbal, India Martínez, Alejandro Sanz, madrileño de Cádiz, o Sabina, ubetense de Madrid, han sido algunas de las voces reconocidas con la distinción más grande como andaluces, concedida por la institución que así lo considera.

Cuando mentalmente se recita la salada claridad de Cádiz y el agua oculta que llora de Granada, es Machado quien vive en la voz de los cinco de La Puebla, como la quinta esencia del arte y es por ello que las sevillanas se escriben con mayúsculas cuando las cantan Los Romeros. Por favor, que nadie se me ofenda.

Les han cantado al Rocío, a dónde están las llaves, matarilerile matarileró, al barquero de Lora, al vino que tiene el vino, a los ojos verdes y a Manuela, aquella buena amiga a la que no le molestaba que la llamasen de tú. Les han puesto voz a Lorca, a Bécquer, a Juan Ramón, a Alberti y como no, a su Andalucía, reivindicándola por cualquier rincón del mapa. Reconocer cincuenta años de trayectoria parecen no ser suficiente motivo para los que designan las medallas, olvidan quizás que para muchos, el himno de Andalucía fue el de aquellas cinco voces de La Puebla cantándoles a los deseos de libertad de aquel 1977: «Andalucía guapa, gitana mujer morena, despierta que eres libre, gitana, de tus cadenas, ¡despierta!».

Cinco son las voces a las que cada veintiocho de febrero echo en falta sobre el escenario del Maestranza, donde se reconocen a los andaluces de bandera, como entre otros a aquellos que cantan desde Andalucía; Raphael, Miguel Ríos, David Bisbal, India Martínez, Alejandro Sanz, madrileño de Cádiz, o Sabina, ubetense de Madrid, han sido algunas de las voces reconocidas con la distinción más grande como andaluces, concedida por la institución que así lo considera.

Cuando mentalmente se recita la salada claridad de Cádiz y el agua oculta que llora de Granada, es Machado quien vive en la voz de los cinco de la Puebla, como la quinta esencia del arte y es por ello que las sevillanas se escriben con mayúsculas cuando las cantan los Romeros. Por favor, que nadie se me ofenda.

Les han cantado al Rocío, a dónde están las llaves, matarilerile matarileró, al barquero de Lora, al vino que tiene el vino, a los ojos verdes y a Manuela, aquella buena amiga a la que no le molestaba que la llamasen de tu. Les han puesto voz a Lorca, a Bécquer, a Juan Ramón, a Alberti y como no, a su Andalucía, reivindicándola por cualquier rincón del mapa. Reconocer cincuenta años de trayectoria parecen no ser suficiente motivo para los que designan las medallas, olvidan quizás que para muchos, el himno de Andalucía fue el de aquellas cinco voces de La Puebla cantándoles a los deseos de libertad de aquel 1977: «Andalucía guapa, gitana mujer morena, despierta que eres libre, gitana, de tus cadenas, ¡despierta!» ~