Y continuamos para bingo con este Sevilla

Emery ha pasado de recibir la crítica más feroz a provocar el peor de los miedos con una hipotética salida

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18 may 2015 / 19:29 h - Actualizado: 18 may 2015 / 19:37 h.
"Deportes","Europa League","El Descuento","Unai Emery","Monchi"

Las vueltas que da la vida. No hace mucho, era casi un deporte nacional dar palos sin ton ni son al bueno de Unai Emery. Salvo Manolo Jiménez, y mira que ha llovido y hemos visto pasar por Nervión entrenadores de todos los gustos y colores, no recuerdo a ninguno al que se la haya atizado tanto. Resulta curioso, ahora parece que el Sevilla y el sevillismo no podrían vivir sin él. En parte hasta lo entiendo. Este hombre está consiguiendo más de lo que muchos esperaban, y eso que seguro usted ahora se sube al carro y dice aquello de: “yo siempre lo he defendido”. Bromas aparte, lo cierto es que el técnico vasco del Sevilla Fútbol Club se ha ganado el respeto de todos con su trabajo. No es el más gracioso, tiene sus manías y tampoco es el más hábil delante de los micros, pero tiene algo. Quizá unas ganas inmensas de triunfar y un hambre que hace tiempo no se veía por Nervión. Un enfermo del fútbol, un reloj sin horas si de trabajar hablamos y con las ideas claras. Sabe lo que quiere y va a por ello siempre. Para colmo, se compagina a la perfección con otro enfermo de esto del fútbol como es el director deportivo de la entidad, Ramón Rodríguez Verdejo ‘Monchi’. Ambos han conseguido dar con la tecla y encontrar la fórmula del éxito en el vestuario. No me pregunten cómo, si lo supiera, créanme, ya hubiera intentado vendérselo a alguien. Porque mira que hay gente queriendo copiar el modelo, pues nada, que no lo consiguen. Da igual que salgan dos, tres o hasta cinco jugadores importantes. O que haya que traer hasta 14 futbolistas nuevos en una temporada en la que los dos se jugaban más de lo que muchos creen. Aciertan, casi siempre aciertan. Por algo será. Ahora que todo va bien y parece que fue sumamente fácil, quizá sea el momento de recordarlo y sobre todo de darles las gracias. Aunque más que eso, lo que realmente creo es que lo mejor que podrían hacer es sentarse un día y zanjar la renovación de una vez por todas. Y si de paso va Pepe Castro y lo dejan todo arreglado, mejor que mejor. Está renovado y tiene contrato por un año más, pero ya saben cómo funcionan estas cosas. A día de hoy no se me ocurre una gestión más prioritaria que ésta. No la dejen pasar, seguimos para bingo.